MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
La huella de carbono del Polestar 3 en todo su ciclo de vida ('Cradle-to-Gate') es de 24,7 toneladas de CO2 con 200.000 km de vida útil, por debajo de las 26,1 toneladas CO2 del Polestar 2, a pesar de ser un SUV de mayor tamaño, según el informe de evaluación del ciclo de vida (LCA).
"Eso demuestra que incluso en el caso de un SUV de gran tamaño es posible tomar medidas para reducir su impacto climático", ha señalado la empresa en un comunicado.
En concreto, el informe LCA detalla que la producción y el refinado de materiales suponen el 68% de su huella de carbono Cradle-to-Gate en el Polestar 3, en la que el 24% corresponde a aluminio, el 17% a hierro y acero, y otro 24% a la producción de módulos de baterías.
Así, Polestar ha explicado que las medidas utilizadas para reducir la huella de carbono del Polestar 2 han servido para mejorar las del Polestar 3. Por ejemplo, han detallado que el 81% de todo el aluminio empleado para fabricar baterías de iones de litio para el Polestar 3, incluidos los ánodos y cátodos, ha sido producido usando electricidad 100% renovable, lo que ha permitido eliminar 8,5 tCO2.
Por su parte, hace unas semanas, la compañía "hermana" de Polestar en Geely, Volvo, publicó el informe LCA de su SUV 100% eléctrico más pequeño, el Volvo EX30, que lo clasificaba como el modelo con la huella de carbono "más baja de todos lo vehículos fabricados" por la marca, con 23 tCO2 en los 200.000 km de vida, lo que supone mejorar en 1,7 tCO2 los del Polestar 3.
"Una gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero se debe a la extracción y el procesamiento de materiales. A medida que se extiende el uso de vehículos eléctricos, es mucho lo que podemos hacer para reducir las emisiones asociadas con su producción y para reforzar el uso de innovaciones y vehículos eléctricos como soluciones climáticas, tal como hemos demostrado con el Polestar 3", ha señalado la responsable de sostenibilidad de Polestar, Fredrika Klarén.
El informe LCA describe con total transparencia el impacto medioambiental del vehículo. Se ha elaborado usando tres mixes de electricidad diferentes y suponiendo que un vehículo recorre 200.000 km durante su vida útil.
