Actualizado 20/02/2009 18:31

Innova.- Investigadores de la UMU hallan en toda España la variedad más virulenta de un parásito que ataca a las abejas

MURCIA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un estudio en el que participaron investigadores del Área de Biología Animal, del departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad de Murcia (UMU) ha localizado en toda la Península Ibérica, Baleares y Canarias la variedad más virulenta de un parásito que ataca las colonias de abejas, lo que supone "un punto de partida importante para los estudios orientados a su control".

Según informó a Europa Press el investigador principal de este departamento de investigación, José Serrano, esta enfermedad "es algo así como la gripe, y unas cepas son más peligrosas que otras", al tiempo que explicó que "el parásito debilita mucho a las colonias, matando, sobretodo, a individuos jóvenes".

Los investigadores realizaron un estudio del perfil genético de este ácaro ectoparásito conocido como varroa, que actualmente supone un grave problema para la apicultura mundial por sus efectos nocivos sobre las abejas, según fuentes del departamento de Promoción de la Investigación de la UMU (Prinum), dependiente del Vicerrectorado de Investigación, consultadas por Europa Press.

Así pues, los resultados obtenidos por los investigadores se desarrollaron en el marco del proyecto 'Caracterización molecular del proceso de selección de poblaciones de Apis mellifera iberiensis tolerantes a la varroosis' subvencionado por la convocatoria de 2006 del Programa Nacional Apícola y gestionado por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM).

Mediante análisis moleculares, el estudio detectó varios tipos de varroa destructor pero sólo dos de ellos --los haplotipos K y J-- fueron capaces de reproducirse sobre la abeja europea. Estos haplotipos han sido caracterizados por la variabilidad de la molécula de ADN mitocondrial y su virulencia sobre las colmenas de abejas.

Para la realización del estudio, los investigadores analizaron varias colonias de abejas infectadas en la Península Ibérica, Islas Baleares y Canarias. El "varroa" se encontró en todas las 575 muestras analizadas excepto en una, "confirmándose así la expansión en todo el territorio español de este haplotipo más virulento", señalaron los científicos.

El haplotipo K descrito inicialmente en poblaciones del parásito localizadas en Corea, tiene una distribución mundial y presenta una mayor virulencia, mientras que el haplotipo J tiene una distribución más limitada (Japón, Tailandia y América) y es menos virulento.

El conocimiento de la distribución de los distintos tipos de varroa "supone una importante herramienta para el control de este parásito en la Península Ibérica, y permite analizar si existe relación entre el tipo de varroa y la variabilidad mitocondrial descrita en la abeja ibérica", según Prinum.

Sin embargo, Serrano indicó que "el problema es que este parásito también actúa como un vector que transmite virus y microorganismos como protozoos, que son cosas peores, lo que provoca, a veces, una desaparición desastrosa de colmenas, de forma que de tener 300 te puedes quedar con 25". Así, recordó que en la década de los 90, este parásito "arrasó en España con varios millones de ejemplares".

Sin embargo, ahora que parece que los ejemplares "van adquiriendo algo de resistencia a las enfermedades que transmite, se ha descubierto que actúa de vector de otras enfermedades y ha provocado una recidiva entre las abejas".

Esta garrapata es muy difícil de erradicar, por ejemplo, con los tratamientos en las colmenas, cuando hay pocas garrapatas, las abejas sobreviven perfectamente. Es como si hay un poco de constipado. Si viene la cepa más virulenta empiezan a morir. Las propias abejas se limpian unas a otras, se asen, tienen hábitos de aseo fascinantes.

Y es que la abeja "circula por todo el mundo, la gente las compra y se exportan, de forma que, cualquier plaga o enfermedad que aparezca se puede extender en cuestión de un año". En este caso, explicó que el parásito "es muy difícil de erradicar, por ejemplo, con los tratamientos en las colmenas, a pesar de que las propias abejas se limpian unas a otras, se asen, tienen hábitos de aseo fascinantes".