El sector del tomate pierde más de dos mil empleos en la Región de Murcia en los últimos dos años

Coag reparte tomates como protesta
EP
Actualizado: lunes, 13 diciembre 2010 14:49

CCOO considera "fundamental" incluir un observatorio permanente de control como justificación para cerrar el comercio entre países

MURCIA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

El sector del tomate, que ha sido "importantísimo" en los últimos 30 años en la Región de Murcia, ha perdido en los últimos dos años aproximadamente dos mil trabajadores con cierres de empresas "emblemáticas" como han sido Pascual Hermanos, y las agrícolas Durán o Méndez, que generaban una gran cantidad de empleo y han tenido que cerrar por competencia con Marruecos.

Así lo ha asegurado el secretario de la Federación Agroalimentaria de CCOO en la Región de Murcia, Santiago Navarro, con motivo de unas jornadas de trabajo que está realizando este lunes el sindicato sobre el cultivo del tomate, su futuro y vertiente social, al tiempo que ha alertado que la "falta de inversiones e investigación puede llevar en los próximos años a la total desaparición de este sector, salvo algunas empresas que están apostando por diversificar la producción".

De hecho, explicó en rueda de prensa, "llevamos dos años intentando firmar el convenio de recolectores de tomate, pero hasta ahora no ha sido posible". A su juicio, "se está generando una cultura de reducción de condiciones laborales y salariales de los trabajadores en la Región, es decir, de obtener beneficios a costa de los mismos".

Este sector, subrayó Navarro, "llegó a tener más de 12.000 trabajadores, hoy está entorno a los 7.000, un descenso que se va produciendo de forma paulatina y progresiva".

Exactamente, alrededor de 2.500 ó 2.600 personas trabajan en el manipulado del tomate en la veintena de empresas que quedan en la Región, donde entre el 30 y el 40 por ciento de los empleados son mujeres e inmigrantes; mientras en la producción y recolección del tomate hay unos 4.500-5.000 trabajadores, la mayoría inmigrantes.

Al hilo, el sindicalista alertó que "han sido los propios empresarios de la Región los que han deslocalizado las empresas, cerrando los centros de trabajo en la Región para trasladarse a Marruecos porque allí era más ventajoso trabajar".

Por su parte, el secretario general de la federación Estatal de Agroalimentaria de CCOO, Jesús Villar, considera que el acuerdo entre la UE y Marruecos presenta "un déficit", y es que, señala, "debe abordar compromisos concretos y verificables en materia de condiciones laborales de los trabajadores, fundamentalmente de Marruecos, así como de buenas prácticas de producción".

Según CCOO, "es fundamental incluir un observatorio permanente de control de las condiciones de tipo sindical, junto a los empresarios, como justificación para cerrar el comercio entre países. No es aceptable que se vendan productos que puedan favorecer un 'dumping social'. Es un elemento de derechos humanos y fundamentales que se debe tomar en consideración".

Un observatorio a realizarse por dos vías, mediante su vinculación al acuerdo, o a través de la cooperación sindical y empresarial entre ambas zonas, pero con carácter "trasnacional", que pudiera ser vía UE, "aunque no descartamos en trabajar desde CCOO por verificar y cooperar con los sindicatos de Marruecos para que estén mejor organizados y sean una herramienta de canalización para mejorar las condiciones salariales, laborales y de seguridad e higiene en el trabajo".

"Echamos de menos la dimensión social de este acuerdo, es decir, las condiciones de los trabajadores de ambos lados del Mediterráneo", apuntó Villar, aunque "vemos positivamente, como ocurrió en su momento con España, esta experiencia piloto pero con unos condicionantes de gobernanza democrática y de respeto a los derechos humanos, y a algo más, puesto que el acuerdo también incluye la reciprocidad: que ese mercado se abra también al mercado europeo y por tanto, al español".

Villar considera que "no debiera ser ningún problema que Marruecos exporte y que haya empresas de capital español o mixtas que puedan cultivar una parte de estos productos en estos países". El problema, añadió, "es el diferencial a la baja de las condiciones laborales, de seguridad alimentaria o en el uso de productos fitoquímicos, que lamentablemente también tienen perjuicio para los trabajadores españoles en materia del sistema endocrino, de la afectación como enfermedades profesionales invisibles, no declaradas, también en España".

EL SECTOR "TIENE FUTURO"

Así, apuntó, el fondo de la cuestión es que la internacionalización es un fenómeno consustancial a la situación mundial pero que tiene que tener medidas de contrapeso. "Es imprescindible que los controles, en materia de producción de entrada de estos productos, sean verificables y por lo tanto es importante la creación de un observatorio", insistió y así se lo han hecho saber a la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, que entiende las exigencias, "ya ha mostrado sensibilidad y disposición a defender la propuesta del observatorio", aunque, apuntó, "veremos a ver si es capaz de defenderla y trasladarla a Europa".

Comisiones Obreras lamentó así que se intente favorecer el 'dumping social' y aseguró que la mejor fórmula para el beneficio común es que las condiciones de los trabajadores sean homologadas y verificables en el tiempo a través de ese observatorio.

Y es que, apostilló el sindicato, "el sector del tomate tiene futuro y puede ser rentable", a pesar que hay una sensación "de abandono" total en la Región, por lo que "hace falta la implicación de todas las partes para que esto salga adelante", y, concluyó, "queda mucho terreno que avanzar".

CONDICIONES NUEVO PACTO COMERCIAL

Cabe recordar que la Unión Europea y Marruecos han firmado este lunes un acuerdo de liberalización comercial agrícola y pesquera, un segundo acuerdo para crear un mecanismo de resolución de disputas comercial y un tercer acuerdo en virtud del cual Rabat se garantiza la participación en los programas comunitarios.

El acuerdo de liberalización comercial, que prevé "la liberalización recíproca de productos agrícolas y pesqueros", fue firmado por el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores belga, Steven Vanackere, por parte europea y por el ministro de Agricultura marroquí, Azis Akhenouch.

El acuerdo --cerrado en 2009, pero pendiente del visto bueno de la Eurocámara y el Parlamento marroquí-- incluye una ampliación del calendario y los cupos de entrada de producción de tomate marroquí al mercado comunitario.

En el caso de "los productos sensibles" para algunos Estados miembros, por ejemplo, en el caso del tomate español, las partes negocian anualmente cupos de entrada de tonelaje, un modelo que las partes revisarán en un plazo de tres años, una vez entre en vigor el acuerdo, han indicado a Europa Press fuentes del Ejecutivo comunitario.

La UE permite la entrada de 233.000 toneladas de tomate marroquí con un arancel especia y, en virtud del nuevo acuerdo, el gravamen reducido se aplicará a 254.000 toneladas en el primer año tras su entrada en vigor, y de 285.000 a partir del cuarto año.

Al hilo, la ministra del ramo Rosa Aguilar ha asegurado que habrá un seguimiento "exhaustivo" del impacto del acuerdo comercial con Rabat y que existen medidas "en marcha" para minimizar el impacto de este convenio en los cultivos españoles.