El acusado de matar a su madre en Lena dice que vivió con el cadáver un mes "porque no quería desprenderse de ella"

Actualizado: lunes, 26 febrero 2007 15:50

Testigos afirman que Ignacio A.T. mantenía una relación "de cariño" y "atenciones" hacia su madre

OVIEDO, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

El joven acusado de asesinar a su madre, Caridad Álvarez, la madrugada del 13 de enero de 2006 en Pola de Lena y guardar el cadáver durante un mes en su domicilio declaró hoy que colocó el cuerpo sin vida de su madre en su cama y lo tapó con una manta porque "no quería desprenderse de ella". Ignacio A.T. afirmó, ante el juez, que junto al cadáver colocó una foto del pueblo natal de su madre y una cámara de fotos "a la que ella tenía mucho aprecio.

El juicio comenzó hoy en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Asturias, ante un jurado popular, y continuará mañana con la declaración de varios testigos y de peritos médicos forenses. El fiscal, Fernando Peralta, solicita 18 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato con alevosía. "El acusado se encuentra en plenas facultades mentales".

Ignacio A.T., soltero y de 24 años, declaró durante una hora ante el juez, Julio García Pumarada, y confesó que no se acuerda de lo sucedido porque había consumido drogas --cocaína, hachís y ketamina-- y había ingerido varias copas. Y aseguró que aunque la mañana del día 14 de enero de 2006 se levantó con la camiseta y los brazos llenos de sangre. "No podría afirmar si fue el autor del asesinato de su madre", dijo el acusado.

"MI MADRE SE MERECÍA UN RESPETO"

El acusado manifestó que cuando se levantó de la cama vio el cuerpo de la mujer tendido en el suelo del pasillo en un charco de sangre y una navaja y añadió que lo primero que hizo fue coger el cadáver acostarlo en una cama y taparlo con una manta. "Se merecía un respeto y no quería verla tirada en el suelo", apuntó.

Después comentó que metió la ropa ensangrentada en una bolsa de plástico y la tiró a la basura. El acusado relató que esa tarde volvió a salir y preguntó a sus amigos que había ocurrido la noche anterior, ellos le contestaron que "desapareció sobre las 7 de la mañana y no supieron nada más de él".

A la pregunta por parte del ministerio fiscal sobre los motivos por los que no alertó a la policía del suceso, el imputado contestó que "no dijo nada a nadie porque no sabía cómo contar lo sucedido".

Ignacio A.T. manifestó que vivía con su madre, unos tíos y unos primos en Pajares. Su madre trabajaba de cocinera en el bar que regentaban sus tíos en la citada localidad. Pero, según relató el acusado, su madre comenzó a tener problemas con el alcohol y a discutir con frecuencia con sus familiares por lo que el acusado decidió alquilar un piso en Pola de Lena e irse a vivir allí con su madre.

Durante ese tiempo, comentó Ignacio A.T., los problemas de su madre con el alcohol "se incrementaron" y además "le entró una enfermedad con la que tenía pérdidas parciales de memoria". "Estuvo en un hospital y en dos residencias, la última en Mieres, pero yo la llevé a casa porque quería cuidarla yo".

El acusado afirmó que cuando sacó a su madre de la residencia consiguió para ella una paga de invalidez y por esta razón "podría conseguir a una tercera persona que se ocupase de ella". El imputado trabajaba en la construcción pero durante ese tiempo dejó el trabajo para encargarse de su madre.

El acusado relató que alguna vez se sentía avergonzado de su madre cuando se emborrachaba pero que cuando le entró la enfermedad ya no le daba vergüenza, "porque estaba enferma y era su madre". Comentó además que "siempre le ayudaba en las tareas del hogar y en hacer la compra".

UNA RELACIÓN "CARIÑOSA"

Durante el juicio también prestaron declaración cuatro testigos a propuesta de la defensa. El primero de ellos, Rubén González González manifestó que era amigo del acusado desde hacía dos años. "Esa noche salimos y consumimos droga" pero afirmó que Ignacio A.T. "nunca se ponía agresivo". Manifestó que tenía una relación "cariñosa y de atenciones" con su madre y que "cuando tenía que ir a casa a cuidarla no le costaba trabajo".

Esta versión la mantuvieron los otros tres amigos del acusado. Miriam Fernández González calificó al acusado como "una persona normal, tranquila y agradable" aunque si certificó que "los fines de semana consumía droga" y, otro de los testigos, Eduardo González, destacó el "carácter abierto y amable" de su amigo, de quien dijo que "sentía un amor especial por su madre",

Eduardo González manifestó que el amor "no era mutuo" ya que "el acusado sentía más cariño por su madre que su madre hacía él" y declaró que en varias ocasiones la fallecida había manifestado "su intención de suicidarse".

El acusado manifestó que intentó quitarse la vida en varias ocasiones. Una de ellas encendiendo el gas en casa pero dijo que "sus ventanas tienes grietas y entraba el aire"; en otra ocasión confesó haber tomado tres pastillas de 'matarratas' que encontró en una cuadra de Ules (Oviedo), y una tercera cortándose las venas en la prisión de Villabona. Tras estos intentos confesó hoy ante el juez que "es muy difícil suicidarse sin querer morirse".

Ignacio A.T., el día que fue detenido, pasó la tarde en Oviedo "pensando en entregarse" y había dejado el gas abierto de casa, una llave bajo el felpudo de la casa y una carta en la que se leía un salmo de San Marcos y un texto que decía: "Como contigo quiero morir en soledad porque así mueren los cobardes, como contigo quiero morir en soledad".

Esa tarde en Oviedo, llamó a un amigo para que le viniera a recoger porque se quería entregar a la policía pero confesó que prefería hacerlo en Pola de Lena "porque pensaba que la policía allí le iba a tratar mejor".

Durante la vista de hoy declaró el agente de la Policía Local que entró en el domicilio alertado por los vecinos que avisaban de un "fuerte olor a gas". El agente encontró la nota que dejó el acusado en el pasillo y el cuerpo sin vida de su madre "en la cama y tapado con una manta".

Posteriormente avisó a la Guardia Civil que llegó minutos después al domicilio. Los dos agentes de la Benemérita ratificaron la versión del Policía Local y añadieron que "el cuerpo de Caridad Álvarez yacía sin vida en la cama y presentaba una herida en el cuello".