Zaplana sentencia que el castellano debe ser la única lengua en la Cámara y acusa al PSOE de ser "preso" de "nacionalistas radicales"
MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Congreso, Manuel Marín, no consiguió hoy su propósito de impulsar la reforma del Reglamento de la Cámara antes de Navidad dado que el PP mantuvo su negativa a permitir el uso de las lenguas cooficiales, aunque fuera restringido y no consagrado como un derecho en el articulado de la ley.
Tras una ronda de contactos con los líderes de las formaciones parlamentarias, incluyendo una entrevista con el presidente del PP, Mariano Rajoy, Marín llevó hoy a la Junta de Portavoces del Congreso su propuesta de impulsar esta reforma reglamentaria, pendiente desde hace décadas, mediante la separación de los textos sobre los que se ha venido trabajando en los últimos meses.
Así, planteó aprobar por un lado el Reglamento, con rango de ley y donde no se mencionarían las lenguas cooficiales, y por otro lado unas normas de funcionamiento por acuerdo de los grupos, donde se podría permitir un uso restringido del catalán, gallego y euskera, siempre breve y seguido de traducción.
Esta división era aceptada por ERC y los nacionalistas, siempre y cuando ambos textos se aprobasen al mismo tiempo y se les garantizase la consolidación de ese uso de las lenguas cooficiales que Marín ya llevó a la práctica a principios de legislatura. Sin embargo, el PP se negó a dar su aval al empleo de los idiomas cooficiales alegando que el castellano es el único oficial en el conjunto del país.
MARÍN NO SE DA POR VENCIDO
En ese contexto, se descartó la idea de incluir en los plenos que restan para Navidad el debate de totalidad del Reglamento del Congreso. Según el 'popular' Eduardo Zaplana, "Marín ha tirado la toalla", aunque el resto de grupos no descartan nuevos intentos para acometer la reforma. El propio presidente de la Cámara ha comentado ya que no se da por vencido y que lo seguirá intentando en lo que resta de legislatura.
Zaplana aplaudió el "último intento" de Marín pasa sacar adelante los cambios, pese a que "sabía que estaba condenado al fracaso" porque, aunque los grupos mayoritarios tenían un acuerdo sobre los puntos fundamentales de la reforma, "los nacionalistas no están de acuerdo en que el castellano sea la única lengua". "En el Parlamento español se tiene que hablar la lengua oficial de España", sentenció.
En este sentido, acusó al PSOE de "cargarse" la reforma porque, en su opinión, los socialistas están "presos" de los "nacionalistas radicales". "Todas las decisiones de esta legislatura están marcadas por la influencia decisiva de los nacionalismos radicales --enfatizó--. A este paso, mientras gobiernen los socialistas jamás tendremos nuevo Reglamento", proclamó.
IU-ICV: "EL PP, UN BOMBERO PIRÓMANO".
Sin embargo, el resto de formaciones achacó al PP el bloqueo de la reforma. Joan Herrera, portavoz de IU-ICV, acusó al Grupo Popular de actuar como "un bombero pirómano" porque "enciende el fuego y luego se extraña de que prenda". "Somos rehenes de Zaplana y Acebes", afirmó.
A su juicio, es "lamentable" que el PP "bloquee" esta reforma porque hoy era "posible" el acuerdo, ya que las minorías habían flexibilizado sus posiciones en relación con el uso de las lenguas cooficiales para lograr ese "punto de encuentro". "¿Como puede ser que el PP acepte algo para el Parlamento Europeo y no acepte ni la mitad de la mitad para el Congreso de los Diputados?", se preguntó.
Para Joan Tardá, portavoz de ERC, Marín se ha encontrado hoy con un "terraplén enorme, que es la intransigencia del PP y la incapacidad del PSOE para convencerle". En su opinión, es una "vergüenza" que se "hipoteque" su aprobación por la "incapacidad" de ambas formaciones de ir "normalizando" los usos lingüísticos.
ERC PEDIA APROBARLO SIN EL PP.
A su juicio, los socialistas deberían haber tenido "la valentía" de aprobar las normas de funcionamiento por mayoría, sin el PP, como le proponían las minorías.
Eso sí, admitió que para ERC no deja de ser "una victoria" que el debate lingüístico "salga de las catacumbas y se convierta en piedra angular de algo tan importante como el Reglamento del Parlamento español". Además, avanzó su intención de impulsar este asunto desde el Parlamento catalán y conseguir una "ley de lenguas".
Desde el PSOE, su portavoz parlamentario, Diego López Garrido, garantizó que su formación aceptaba "cualquier fórmula" sobre las lenguas. Eso sí, rechazó la idea de aprobar las normas de funcionamiento del Congreso sin el PP, alegando que esta cuestión como las leyes electorales y las reformas constitucionales deben aprobarse por un "consenso prácticamente unánime".
Según dijo, el Grupo Popular deseaba un pacto con el PSOE dejando fuera "a todos los demás", lo que los socialistas no aceptan y tampoco quieren un acuerdo con las minorías sin el PP.
Al mismo tiempo, explicó que las acusaciones de Zaplana "no se las cree nadie" y destacó que el PSOE ha trabajado por un acuerdo "como el que más", pero que tampoco podían aprobarse unas normas nuevas con el rechazo de los grupos minoritarios.
