Quiere que el presidente y sus ministros acudan en campaña a Castilla-La Mancha "con las alforjas llenas" e inviertan la región
TOLEDO, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha afirmado que el secretario general del PSOE y actual presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero "tendrá en cuenta todas" las informaciones y encuestas para "conformar su decisión definitiva" de volver a presentarse o no.
En una entrevista en la cadena Cope, que recoge Europa Press, el titular del Ejecutivo regional se ha pronunciado de este modo sobre si Rodríguez Zapatero debería ser candidato a la Presidencia nacional en 2012, después de que las encuestas desvelen que la mayoría de votantes del PSOE prefiere que no se vuelva a presentar.
Barreda, que ha dicho no tener "la menor duda" de que Rodríguez Zapatero "desea lo mejor para España como presidente del Gobierno y ésa debe ser la prioridad", ha precisado no obstante, que antes de 2012, "tienen que pasar muchas cosas en relación, no solo con encuestas, sino con elecciones reales", primero las de Cataluña y después las autonómicas de mayo de 2011, cuyos resultados "tendrán importantes efectos políticos".
En cuanto a la gestión de la crisis que está haciendo el Gobierno central, Barreda ha apuntado que el margen de maniobra es "limitado", y que el Gobierno de España, "después de un tiempo demasiado largo de indecisión empezó a tomar medidas, muchas de ellas, muy impopulares, que había que explicar mejor, hacer pedagogía política". "Tendremos que hacer lo que convenga que hagamos nos cueste lo que nos cueste implicando al conjunto de la sociedad", ha explicado.
Sobre sus críticas al presidente del Gobierno central, ha confesado que en una reunión, después de que Rodríguez Zapatero realizase el cambio de Gobierno que él mismo reclamó, el presidente del Gobierno de la Nación le dijo: "cada vez que te oía hablar de cambiar el Gobierno estaba por llamarte y decirte estoy a punto de hacerlo, pero no insistas más porque lo vas a malograr". "Pues haberme llamado y habérmelo contado, entonces tendría más información", le respondió el presidente de Castilla-La Mancha, ha asegurado.
PERDER LA PRESIDENCIA NO SERÍA "NINGUNA TRAGEDIA"
Respecto a la marcha de la encuestas para las elecciones autonómicas de 2011 en la región, Barreda ha asegurado que van "bien", y que las elecciones "no se pierden ni ganan en la campaña electoral sino desde el primer día de legislatura" y por eso "yo trabajo para merecer el apoyo de los ciudadanos".
Ante la posibilidad de que perdiera la contienda electoral de mayo del 2011, el actual presidente regional ha confesado que no sería "ninguna tragedia", pues tiene "muchas cosas que hacer", como por ejemplo dedicarse a su carrera como profesor universitario.
También se ha pronunciado Barreda sobre la posible presencia del Titular del Ejecutivo central y de los ministros en Castilla-La Mancha en la campaña electoral de la región. Sobre este concreto ha dicho que quiere que "el presidente de Gobierno y sus ministros vengan con las alforjas llenas, hagan inversiones, ejecuten las que están en marcha, e inviertan en Castilla-La Mancha. Eso es lo que quiero que hagan y lo que les toca hacer".
DEGRADACIÓN DE LA POLÍTICA E INSULTOS
Preguntado por el motivo por el que la política en Castilla-La Mancha se ha "degradado tanto" y el Gobierno regional no haya pactado nada con el PP, el presidente regional ha matizado que "dos no pactan si uno no quiere".
"No he hecho nada más que ofrecer pactos" al partido de la oposición, ha insistido Barreda, que ha desmentido que en la región no se haya pactado, pues, según ha añadido, han sabido "crear microclima de pacto y entendimiento con los agentes sociales", que ha dado como resultado el Pacto por Castilla-La Mancha, suscrito con los sindicatos y la patronal, con el que se hace un "esfuerzo compartido para dar respuesta a crisis".
"Quien no quiere pactar es la dirección del PP en Castilla-La Mancha pese a que se lo he ofrecido reiteradamente", ha insistido Barreda, que ha recordado como el Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, después de haber sido pactado en las Cortes regionales se "frustró" en el Congreso de los Diputados por la estrategia del PP de "negar el pan y la sal y no llegar acuerdos".
Es por ello que el titular del Gobierno regional ha hablado de "anomalía democrática" al referir que el principal partido de la oposición "no quiera reunirse con el presidente porque dice no quiere una fotografía". "No se puede frivolizar de esa manera", ha condenado Barreda, que ha insistido en la necesidad de crear un "clima de entendimiento para favorecer a los ciudadanos, que desean que seamos capaces de solucionar sus problemas".
También ha hablado el presidente castellano-manchego de los insultos que tanto la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, como la presidenta del PP en la región, María Dolores Cospedal, han sufrido en los últimos días, asunto que ha tildado de "barbaridad, de inaceptable, y de absolutamente condenable".
Es por ello, que Barreda ha asegurado que los dirigentes políticos "deberíamos ser más cuidadosos". "Yo tengo mucho cuidado con lo que digo y pido a mis colaboradores que lo sean", porque
"no se puede hacer apología de la descalificación y del insulto" y cuando se produce "hay que denunciarlo".
NO LE GUSTA LA CAMPAÑA CATALANA
Sobre la campaña electoral catalana, ha confesado que no le está gustando porque se están dando "demasiadas extravagancias". "No se puede hacer campaña con cuestiones complicadas rayando la demagogia", ha defendido Barreda, al tiempo que ha manifestado que es "potencialmente peligroso" tratar el tema de la inmigración como se está tratando en la contienda electoral catalana.
"Los partidos políticos deberían tener la grandeza ánimo de aparcar el enfrentamiento y alcanzar acuerdos" y no pasar la "línea roja" que no se puede pasar en campaña electoral, ha dicho.
AGUA
Preguntado sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Murcia y Valencia en materia hídrica, el presidente de Castilla-La Mancha ha dicho que debe haber una fórmula para llegar a un acuerdo, "sobre la premisa de que hay que reconocer y garantizar los derechos que tenemos como cuenca cedente".
