Se alcanzó un acuerdo de conformidad entre las partes
SANTANDER, 29 May. (EUROPA PRESS) -
José Ramón A.V. deberá de cumplir una sentencia de cinco años de prisión por apuñalar a su hijo bajo los efectos del alcohol tras el acuerdo establecido hoy entre las partes con anterioridad al juicio, y que será ratificado por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.
La fiscal introdujo en su acusación de delito de homicidio en grado de tentativa la atenuante de consumo de bebidas alcohólicas, rebajando en dos años la petición de cárcel que solicitaba inicialmente, lo que fue aceptado por la Defensa.
Además, el procesado, que se encuentra en prisión provisional desde el 24 de junio de 2005, deberá de someterse a un tratamiento para abandonar el alcohol durante dos años.
Durante el juicio -que duró unos minutos debido al acuerdo alcanzado previamente- el procesado se declaró "culpable" de la nueva calificación fiscal, asumiendo que la tarde del 23 de junio de 2005 llegó a Caviedes (Valdáliga), donde se encontraban sus cuñados y su hijo, "en un estado muy agresivo" y tras una "ingestión alcohólica previa".
Tras "insultar a todos los presentes", se sacó una navaja de "ocho centímetros de hoja", que intentó arrebatar su propio hijo, "siendo en ese momento cuando éste le clavó el arma a la altura del pecho". No obstante, y dado que se alcanzó un acuerdo, el acusado no fue interrogado sobre los motivos que le movieron a acudir donde su familia con un cuchillo.
La víctima, que ha renunciado a cualquier indemnización, sufrió un "hemoneutórax, herida en pericardio y ventrículo izquierdo" que le motivaron su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), estando "97 días" incapacitado.
La psicóloga que trató al acusado durante su estancia en el centro penitenciario certificó que José Ramón A.V. está apuntado a las charlas de Alcohólicos Anónimos, y que bajo los efectos del alcohol "pierde el control de sus impulsos".
Dado que el procesado se encuentra en prisión provisional, el presidente de la Sala preguntó a las partes si se oponían a su excarcelación hasta que se haga efectiva la sentencia, a lo que no accedió el Ministerio Público.
Sin embargo, tanto la Defensa como el cuñado del procesado y el hijo, víctima de la agresión, no se opusieron a la eliminación de la medida cautelar de prisión, lo que deberá de dictaminar la Sala.
