Colau exige a Sánchez el acercamiento a Cataluña de los presos del procés: "Que no diga que no está en sus manos"

Defiende que esta medida es necesaria para que triunfe la "nueva etapa de diálogo y negociación política" entre Gobierno y Generalitat La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha exigido este lunes al nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que proceda cuanto antes al traslado de los políticos encarcelados por el procés a prisiones catalanas y "que no diga que no está en sus manos" porque es una medida que "sí lo está" y que, a su juicio, es urgente abordar para avanzar hacia la resolución del conflicto a través del diálogo. En un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Colau ha asegurado que en este "momento clave de empezar el diálogo", el nuevo Gobierno no debe "mirar hacia lado" y, "cómo mínimo, en términos humanitarios", debe trasladar "cuanto antes a las personas que están en prisión a prisiones catalanas para no maltratar cruelmente a las familias de los presos, especialmente a los hijos pequeños". "Las personas que están en prisión son una anomalía que genera una gran distorsión en cualquier diálogo", ha criticado la alcaldesa durante una intervención en la que ha reconocido que la llegada del PSOE al Gobierno supone la oportunidad para empezar "una nueva etapa de diálogo y negociación política". Así, ha avisado a Sánchez de que además de reunirse con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, debe proceder al acercamiento de los presos, una medida que puede adoptar porque sí depende de él, no como la de liberar a los encarcelados, que corresponde al proceso judicial, tal y como ha reconocido Colau. "Estas personas deberían estar fuera de prisión porque se altera la normalidad, pero mientras eso está judicializado, el acercamiento sí está en manos del Gobierno. Que no diga que no está en sus manos porque sí lo está", ha enfatizado Colau. Tras recordar que ella no es independentista, ha insistido en que la salida de prisión de estos presos, o al menos su acercamiento a cárceles catalanas, es una necesidad para acabar con una situación "que no se debería haber producido nunca" y que ha generado "muchísimo dolor". "Hay unas personas que son líderes políticos, con los que se puede discrepar mucho, pero que no han cometido actos de violencia y se encuentran en prisión. Es una anomalía", ha afirmado Colau, argumentando que este es el motivo por el cual en la fachada de Barcelona todavía hay un lazo amarillo. "El lazo está para pedir que esas personas salgan en libertad y que las cuestiones se resuelvan políticamente", ha enfatizado. En todo caso, Colau se ha mostrado optimista ante la nueva etapa que se abren tras las la llegada del PSOE a La Moncloa, y se ha puesto a disposición del nuevo presidente para contribuir en lo que pueda a que el diálogo con la Generalitat tenga éxito. "Barcelona siempre se ha ofrecido a ayudar para ese diálogo. Para todo en lo que podamos ser útiles, ofrezco Barcelona para favorecer ese diálogo", ha afirmado. Asimismo, ha recibido con buenos ojos las primeras intenciones planteadas por la nueva ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, como la posibilidad de modificar, siempre que haya consenso, leyes orgánicas del Estado para poder recuperar artículos del Estatut de Cataluña que fueron en su día tumbados por el Tribunal Constitucional. "Evidentemente se pueden plantear cuestiones como recuperar puntos del Estatut porque eso está en el origen del problema", ha añadido. No obstante, Colau no ha dejado de reprochar al PSOE la actitud que ha mantenido el PSOE los últimos meses, apoyando al PP en la aplicación del artículo 155 de la Constitución, y manteniéndose a su lado aún durante las cargas policiales durante el referéndum del 1 de octubre. "El PSOE tiene dos almas. Hay un PSOE que quiere hacer políticas de cambio y de progreso y en ese sentido nos encontrará, pero hay otro PSOE que parece que se ha asustado y que durante un tiempo secundó las políticas más regresivas y autoritarias del PP", ha criticado, antes de añadir que este PSOE todavía pervive, pro ejemplo, en Badalona, donde los tres concejales socialistas están impulsando una moción de censura junto al PP y Ciudadanos, contra la alcaldesa de Guanyem Badalona en Comú, Dolors Sabater. "No se entiende que el PSOE se alinee el PP de Xavier García Albiol, que dijo que había que limpiar Barcelona de inmigrantes. Que el PSOE se alinee con eso es inaceptable. En eso no nos va a encontrar", ha avisado, para añadir que esperan que rectifiquen. "Siempre hay tiempo. Es cuestión de buscar soluciones alternativas. El PSOE está cometiendo un error que es malo para Badalona", ha afirmado. Colau también ha afeado a los independentistas el papel que han jugado en los últimos eses. Así, ha señalado que la salida de empresas que se ha producido en Cataluña en estos meses es responsabilidad tanto del Gobierno de Mariano Rajoy y los partidos que le apoyaron --el PSOE, ahora en el Gobierno, y Ciudadanos-- como de los impulsores del procés. "Esas empresas salieron por errores de las dos partes. Salieron por las cargas del 1-O que nos hicieron muchísimo daño a la imagen de la ciudad, y eso fue responsabilidad del PP y los partidos que le apoyaron. Y el otro gran momento que nos perjudicó fue la declaración unilateral de independencia. Esos dos fueron los momentos que más perjudicaron a la economía y la imagen de Cataluña", ha sentenciado. Eso sí, Colau ha rechazado que Cataluña esté al borde del enfrentamiento civil, como ha afirmado el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Josep Borrell. "Lo digo como alcaldesa de Barcelona, plenamente consciente de cuál es nuestra realidad", ha asegurado. "Si es verdad que venimos de un periodo muy dolorosos, efectivamente, donde ha habido una polarización de la sociedad fruto de una mala gestión política por las dos partes, por la parte del Gobierno del PP y de la Generalitat, pero no estamos al borde de una confrontación civil", ha reiterado. Por ello, la alcaldesa de Barcelona ha pedido a Borrell, "con el ánimo más constructivo del mundo", que retome las "buenas palabras" que pronunció al principio de la entrevista en la que acabó hablando del riesgo de confrontación civil, cuando habló de la función "diplomática" que quería desempeñar en su nuevo cargo. "Retomo esas palabras. Creo que es bueno ser diplomáticos y que todos tenemos que esforzarnos en nuestras intervenciones para hablar de forma propositiva, aportando soluciones y favoreciendo ante todo el diálogo", ha defendido.

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