El Tribunal considera que las víctimas sufrieron unos ataques de "violencia desaforada"
MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 57 años de prisión a dos taxistas que, aprovechando su profesión, secuestraron a dos clientas, una de ellas menor de edad, las lesionaron y las violaron, hechos ocurridos en los meses de enero y febrero de 2004.
Así lo acuerda la sección decimoséptima de la Audiencia madrileña en una sentencia que condena a José Manuel M.A. y José Antonio E.T. como autores de dos delitos de violación y como cooperadores necesarios de otros dos, así como por un delito de detención ilegal.
La Sala también les impone dos pena de localización permanente, de 9 y 12 días, respectivamente, por las lesiones que sufrieron las víctimas, a las que deberán indemnizar con cerca de 130.000 euros en total.
COGIÓ EL TAXI POR SEGURIDAD Y FUE VIOLADA
La resolución jurídica, a la que tuvo acceso Europa Press, declara probado que en la madrugada del 10 de enero de 2004 una de las víctimas contrató en la Glorieta de Bilbao los servicios del taxi conducido por el procesado José Manuel M.A., quien le pidió permiso para recoger a un familiar, a lo que la mujer no se opuso "por la seguridad que le daba volver a su casa en taxi".
Al poco tiempo, el encausado paró el vehículo y subió al asiento del copiloto José Antonio E.T. Tras circular por Madrid, José Manuel M.A. se desvió a una gasolinera, oportunidad que aprovechó José Antonio E.T. para sentarse en el asiento trasero junto a la clienta, a la que empezó a tirar del pelo y a quemar con un cigarro para evitar que abandonara el coche.
En esta situación, los imputados se desplazaron a un descampado donde los dos golpearon y violaron a la mujer entre insultos y risas, dejándola abandonada en el lugar desnuda.
SECUESTRARON Y VIOLARON A UNA MENOR
Un mes después de ocurrir estos hechos, concretamente el 7 de febrero, una menor de edad --defendida por la letrada Belén Martín perteneciente a la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas-- paró un taxi conducido por José Manuel M.A. en cuya parte trasera viajaba agazapado José Antonio E.T.
Cuando la adolescente abrió la puerta trasera del vehículo, José Antonio "la agarró y tiró fuertemente de ella hasta introducirla en el mismo", golpeándola en la cara y tirándola del pelo, exigiéndole que no gritara.
En esta situación, los procesados dirigieron el taxi a un paraje abandonado donde rasgaron la camiseta a la menor, le bajaron los pantalones y ambos la violaron mientras le hacían cortes en los brazos y en la cara con los restos de un espejo. A continuación, los imputados llevaron a la joven bajo amenazas a la boca de metro de Avenida de América.
"VIOLENCIA DESAFORADA"
La sentencia, contra la que cabe interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo, explica que los hechos han quedado acreditados gracias a las declaraciones "plenas de verosimilitud" de las víctimas, de las que se desprende que los acusados emplearon "una violencia desaforada" en la comisión de los delitos en los que imperó "una innecesaria humillación y el maltrato psicológico".
El Tribunal considera que las dos mujeres reconocieron a los encausados como autores de su secuestro, de las agresiones físicas que sufrieron, de llevar a cabo una penetración cada uno, de los insultos y de las humillaciones que dirigieron a ambas.
"Los encausados realizaron los hechos con un despliegue de violencia que causa estupor por la superioridad que les proporcionaba ser los dos autores, utilizar un vehículo del que no puede salir nadie sin un considerable riesgo para su persona una vez puesto en marcha, y la utilización de frases insultantes y acciones vejatorias, innecesarias en todo caso para la consecución del fin buscado por los autores", concluye la Sala.
