MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la asociación de víctimas del terrorismo Dignidad y Justicia, Daniel Portero, denuncia que una serie de empresas vinculadas al diario ilegalizado 'Egunkaria' y a la organización terrorista SEGI, situadas en el Parque Cultural Martín Ugalde, recibieron durante los últimos ocho años de Gobierno del PNV en el País Vasco más de 465.000 euros en subvenciones públicos.
En un artículo publicado en el último número de la revista de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, recogido por Europa Press, Portero denuncia que las empresas Gaztesarea, Plazagunea y Buruntzape SL se han beneficiado desde el año 2000 y hasta 2008 de subvenciones por un total de 465.851,58 euros.
Gaztesarea y Plazagunea, junto a IZT Koop Elkartea, son empresas que "se dedican al adoctrinamiento de las juventudes de la izquierda abertzale a través de internet" y tienen su sede en las instalaciones del Parque Cultural Martín Ugalde de Andoain (Guipúzcoa), construido por Buruntzape SL.
Buruntzape SL recibió cuatro subvenciones --358.977,44 euros-- por la construcción del parque cultural, que se proyectó para acoger la sede de 'Egunkaria' y que, tras la ilegalización del diario en 2003, se destinó a albergar "supuestamente" a asociaciones que se dedicaran al euskera.
Entre los socios de esta compañía se encontraba la empresa Egunkaria (33%), inmersa en procesos judiciales y acusada de pertenecer a una red de empresas controladas por ETA. Además, uno de sus ex consejeros delegados y un socio fundador han sido acusados de pertenencia a organización terrorista.
INVOLUCRADAS EN ACTOS DE ENALTECIMIENTO DE ETA
Mientras tanto, Gaztesarea se benefició de otras cuatro ayudas --12.490,73 euros-- por promocionar el euskera y por crear páginas en internet a este fin. Portero recuerda en el artículo que esta empresa "se encuentra inmersa en varios procedimientos judiciales por enaltecimiento del terrorismo de ETA", ya que "está involucrada en los sucesivos actos de enaltecimiento del terrorismo que se han celebrado en las fiestas de Bilbao desde el año 2004".
Además, recuerda que esta asociación "ha promocionado y publicitado la celebración de la Gaztemartxa 2009, en la que se corearon gritos a favor de ETA y SEGI" y sostiene que es "el altavoz de la organización SEGI, ya que cuelga de su web todos los comunicados de esta organización terrorista". "Gaztarea es la página web más importante en euskera y dirigida a la juventud más radical de la izquierda abertzale", afirma.
Por su parte, Plazagunea SL ha tenido otras seis subvenciones --94.383,41-- también por promocionar el euskera y por sus páginas en internet con este objetivo. Según explica Portero en su artículo, los administradores solidarios de esta empresa están acusados de crear una red de empresas vinculadas al periódico 'Egunkaria'. De hecho, agrega, la actual página web de 'Egunkaria' está a nombre de Plazagunea SL, al igual que las "web abertzales" www.euskalerria.org y www.gurasoak.com.
Otra de las empresas situadas en el Parque Cultural Martín Ugulde, donde también se está la sede del periódico 'Berria', es IZT Koop, asociación que "ha sido utilizada en numerosas ocasiones para la contratación del hosting o alojamientos de páginas web de organizaciones políticas consideradas terroristas posteriormente por el Tribunal Supremo y el Constitucional".
ATENCIÓN A INTERNET, HERRAMIENTA "MUY POTENTE"
Portero, hijo del fiscal asesinado por ETA Luis Portero, advierte a los analistas de la lucha antiterrorista de que, aunque "el fin de la lucha armada de ETA puede estar cerca gracias a la presión policial y judicial", no deben olvidar de que "internet es una herramienta muy potente, divulgativa y económica para que la memoria de ETA a través de los actos de enaltecimiento siga viva".
Por ello, defiende que "entre todos" se debe "desactivar cualquier instrumento abertzale que pueda mantener viva la ilusión y la motivación por la lucha armada", que en la actualidad estas empresas y asociaciones "están favoreciendo". "Debemos tener claro que luchar contra ETA y su entorno no es solamente desactivarlos militarmente o políticamente, sino también social y culturalmente", concluye.
