MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de CiU en la Comisión de Empleo y Seguridad Social del Congreso, Carles Campuzano, considera que sería de "una miopía considerable" negar la importancia de las movilizaciones que tuvieron lugar este jueves con motivo de la huelga general contra la reforma laboral.
Esta opinión del diputado convergente contrasta con la del líder de Unión y portavoz de los nacionalistas catalanes en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, quien considera que la huelga ha sido un "fracaso" porque no ha conseguido que el Ejecutivo de Mariano Rajoy retire su proyecto.
POCA BROMA
En un apunte publicado en su página personal de Internet, que recoge Europa Press, Campuzano pone de relieve que las movilizaciones contra la reforma del mercado laboral ponen en evidencia "el malestar de fondo" que existe tras cinco años de "larga" crisis y "sin expectativas optimistas" a corto plazo.
Como ejemplo, cita que en el conjunto del Estado se ha pasado de 500.000 familias en las que ninguno de sus miembros trabajaba en 2008 a más de un 1,5 millones a principios de este año, mientras que en el mismo periodo el número de personas que llevan más de dos años sin trabajo ha pasado de un 11 por ciento del conjunto de los parados a más de un 27 por ciento. "Poca broma --apunta Campuzano en este sentido--. El riesgo de fractura social es evidente".
Por ello, el nacionalista catalán defiende que la tramitación parlamentaria de la reforma laboral debe ser vista como una "oportunidad" para "acercar posiciones" entre las diferentes fuerzas políticas y "tranquilizar" a muchos ciudadanos, "inquietos y preocupados" por alguno de los contenidos del proyecto del Ejecutivo de Mariano Rajoy.
HAY MARGEN PARA TRABAJAR
"Hay margen para trabajar durante la tramitación parlamentaria cambios que, sin romper con la orientación global de la misma, resuelvan riesgos y problemas que el texto vigente nos plantea", señala.
En este punto, Campuzano insiste en la necesidad de desarrollar políticas a corto plazo orientadas a la creación de empleo por parte de las empresas, un punto en el que cree que el Gobierno debe tener márgenes desde la fiscalidad y el presupuesto.
