ALMERÍA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a dos años de prisión a un joven que atacó a golpes y a mordiscos a su compañero de piso en el transcurso de una discusión por un asunto de dinero, y a quien desgarró una oreja y amputó parte de la falange de un dedo.
P.F.M. ha reconocido la agresión durante el acto de juicio celebrado este martes y ha aceptado la pena interesada por el fiscal después de que este modificase su escrito de acusación provisional en el que solicitaba cuatro años y seis meses por un delito de lesiones.
El Ministerio Público ha rebajado la pena al aplicar la atenuante de reparación del daño ya que el acusado ha pagado a su compañero de piso, P.M., la indemnización de 3.000 euros fijada como responsabilidad civil, según han informado fuentes jurídicas a Europa Press.
Por su parte, P.M., quien se enfrentaba a una falta de lesiones ya que también golpeo a P.F.M. aunque de forma más leve, tendrá que pagar un mes de multa a razón de cinco euros al día. También ha abonado los 90 euros que el fiscal pedía como responsabilidad civil.
Los hechos se remontan a la madrugada del 14 de agosto de 2014 cuando ambos iniciaron una discusión en el interior de la vivienda que ambos compartían en la barriada de Las Norias de Daza, en El Ejido (Almería) ya que P.F.M. había recibido "un dinero para entregar" a P.M., lo que dio lugar a una riña en la que acometieron mutuamente.
Así, el principal acusado se "abalanzó" sobre P.M. y, "con ánimo de menoscabar su integridad física", le golpeó presuntamente en "repetidas ocasiones" y le "mordió tanto la oreja izquierda y un dedo". Por su parte, el otro acusado, con el mismo objetivo, le pegó en varias ocasiones.
El P.M. sufrió como consecuencia del ataque "un menoscabo físico consistente en mordedura humana con herida abierta por desgarro cartilaginoso en el tercio superior del pabellón auricular derecho", así como la "amputación parcial" en la "zona distal o pulpejo" de la tercera falange del cuarto dedo de la mano derecha.
Las lesiones precisaron para su sanidad suturas y primera asistencia facultativa, además de controles por traumatólogo y otorrinolaringólogo, y de ellas tardó en curar 30 días, "quedándole como secuela un perjuicio estético de carácter leve". Por su parte, P.F.M. sufrió "dolor cervical y una excoriación frontal de cuatro centímetros" que tardó en sanar tres días.
