El Ejército de Tierra suprimirá 40 de sus 195 batallones y trasladará a otras unidades a unos 16.000 militares

Actualizado: miércoles, 19 julio 2006 17:27

La reestructuración conducirá a una Fuerza "totalmente profesional", plenamente equipada y con un alto grado de operatividad

ARANJUEZ (MADRID), 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Ejército de Tierra suprimirá próximamente 40 de los 195 batallones que integran actualmente su Fuerza y trasladará a otras unidades a unos 16.000 militares, en el marco de la reestructuración que establece el Real Decreto de Organización del Despliegue de la Fuerza de los Ejércitos y la Armada, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado7 de abril.

El jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general de Ejército Carlos Villar Turrau, explicó hoy, durante su intervención en el seminario 'Los Ejércitos del Siglo XXI', organizado por la Universidad Rey Juan Carlos en su campus de Aranjuez (Madrid), que el plan de reestructuración de la Fuerza, también conocido como 'Ejército del Siglo XXI', conducirá a la supresión de 40 batallones --unidad que está compuesta, por lo general, por unos 500 efectivos-- y "afectará directamente" a unos 16.000 militares. Fuentes militares consultadas por Europa Press indicaron que estos efectivos serán previsiblemente trasladados a otras unidades y, en ningún caso, quedarán sin destino.

El JEME encuadró el Real Decreto de Organización del Despliegue de la Fuerza --la última medida sometida al Consejo de Ministros por el anterior ministro de Defensa, José Bono, antes de su dimisión y elaborada por el anterior JEME, general de Ejército José Antonio García González-- en el marco de anteriores iniciativas de reestructuración dirigidas a adaptar el Ejército a las nuevas circunstancias, como el plan de Modernización del Ejército (META), el posterior plan de Nueva Organización del Ejército (NORTE) y el paso del modelo de reclutamiento basado en el Servicio Militar Obligatorio al actual sistema profesional.

El general de Ejército señaló que el nuevo plan prevé una plantilla de 60.000 soldados profesionales y unos 26.000 cuadros de mando y estará basado en la Brigada como unidad modular de referencia, en lugar del anterior sistema centrado en cinco grandes divisiones. En este sentido, subrayó que el objetivo es contar con un Ejército de Tierra con una fuerza "totalmente profesional" y plenamente equipada, con un alto grado de operatividad. A modo de balance de la situación actual de los militares que componen el Ejército que dirige, el general Villar Turrau aseguró que las escalas de oficiales y suboficiales tienen "muy buena calidad" mientras que en el caso de los soldados profesionales la calidad es "bastante buena" y "mejorable", pero también están dotados de "una altísima vocación".

Como ejemplo de esta elevada dedicación, citó el comportamiento de los cuatro militares que resultaron heridos en Farah (Afganistán) en el atentado contra el vehículo blindado español que acabó con la vida del soldado paracaidista Jorge Arnaldo Hernández Seminario. El JEME puso en alza la actitud de los cuatro paracaidistaS, con especial atención al comportamiento del jefe del vehículo, el cabo primero Murías, que se quemó las manos al recuperar el cadáver de su compañero de filas. Todos ellos, dijo el general Villar Turrau, no querían regresar a España tras el atentado sino continuar cumpliendo su misión en Afganistán.

En su conferencia, el JEME también destacó el trabajo de todos los contingentes que las Fuerzas Armadas españolas han enviado a operaciones en el exterior desde comienzos de los años 90 y subrayó que nunca se han existido quejas o denuncias sobre maltratos o irregularidades cometidas por militares españoles. En relación a la situación del reclutamiento de efectivos profesionales, el general de Ejército afirmó que actualmente la tasa de permanencia se sitúa en el 87 por ciento, lo que se traduce en que practicamente nueve de cada diez personas que se incorporan al Ejército se mantienen al año siguiente en su unidad.

Villar Turrau señaló que el Ejército encara el futuro a corto plazo con el objetivo de mejorar la interoperatividad y recalcó que en los próximos "tres o cuatro años" España tendrá un Ejército de Tierra "mejor organizado" y "plenamente operativo". No obstante, señaló que todavía "queda mucho por hacer", toda vez que las Fuerzas Armadas deben continuar "adaptándose" a los tiempos".

"AÚN QUEDA UN HERVOR" PARA UNA MISIÓN MILITAR EN LÍBANO

Minutos antes de su intervención en el curso, al ser cuestionado por la posibilidad de que España participe en la misión militar que la ONU podría enviar a la frontera entre Líbano e Israel para frenar la escalada de violencia, el general de Ejército Carlos Villar Turrau señaló que el envío de militares a esa zona no forma parte de sus competencias y explicó que para que esa "hipotética" operación se lleve a cabo primero debe ser acordada por la comunidad internacional, posteriormente, el Gobierno debería decidir si participa en la misma y, por último, llegaría el turno del planteamiento militar. "Pero para todo eso aún nos queda un hervor", agregó.

Consultado sobre si se planea modificar el contingente destinado en Afganistán, el JEME indicó que el ministro ya se ha pronunciado sobre ese extremo y subrayó que "la estabilidad" del país asiático "interesa a todo el mundo". "España está vitalmente interesada en exportar estabilidad y paz y para eso hay que estar en sitios difíciles", añadió antes de concluir que las Fuerzas Armadas están en ese país con el amparado de la ONU y con respaldo del Parlamento "incluido para aumentar el número de ssoldados allí destinados".