El empresario y el abogado que habría espiado Villarejo en 'Pintor' se reivindican como víctimas: "Me sentí amenazado"

Archivo - El comisario jubilado José Manuel Villarejo a su llegada a una nueva sesión del juicio por ‘Tándem’ en la Audiencia Nacional
Archivo - El comisario jubilado José Manuel Villarejo a su llegada a una nueva sesión del juicio por ‘Tándem’ en la Audiencia Nacional - Cézaro De Luca - Europa Press - Archivo
Actualizado: lunes, 25 abril 2022 16:23

El letrado dice que "todo estaba orientado a la extorsión" y si no completaron el plan fue porque estalló 'Tándem'

MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

El empresario y el abogado a los que José Manuel Villarejo habría espiado por encargo de sus clientes privados en el denominado proyecto 'Pintor' se han reivindicado este lunes como víctimas durante el juicio por 'Tándem' que se celebra en la Audiencia Nacional, confirmando que las empresas del comisario manejaron datos confidenciales suyos y que fueron objeto de seguimientos, algo que en el caso del letrado culminó con la grabación de un vídeo en el baño de un pub.

La sesión de este lunes se ha centrado en la pieza 'Pintor', donde se investiga el encargo que los hermanos y Juan y Fernando Muñoz Támara habrían hecho a principios de 2017 a Villarejo y su grupo empresarial, CENYT, para que espiara al empresario Mateo Martín Navarro y a su entonces abogado, el ex juez Francisco Urquía, para resolver un problema por una deuda fiscal que había llegado a juicio en Sevilla.

Según ha contado Martín Navarro, tenía una empresa de pintura que trabajaba para Fernando Muñoz Támara. "Me dice un día que necesita de mi confianza y me pide un favor de hacerle facturas falsas para poder pagar a los trabajadores fuera de nómina. Eso se hace durante cuatro años", ha admitido. El punto de fricción entre ellos es que le habrían pagado el IVA pero no la parte correspondiente al Impuesto de Sociedades: "Ahí es donde empezó todo".

Martín Navarro ha relatado que, por consejo de su abogado, que ahora cree que estaba "pagado" por los Muñoz Támara, firmó un documento donde asumía "toda la culpa" exonerando a Fernando Muñoz Támara y su padre, que eran los otros dos acusados, porque le habían avisado de que si no lo rubricaba su mujer entraría también en la cárcel.

Posteriormente, durante una comida, conoció a Urquía, le comentó su caso y el letrado le alertó de que esa confesión era su "sentencia de muerte". "Mateo iba allí a morir prácticamente", ha corroborado el ex juez. Por eso, el empresario le contrató como abogado y cambió su estrategia de defensa desmarcándose de dicho escrito y llegando a acuerdos con Fiscalía y Abogacía del Estado.

A partir de ese momento, de acuerdo con Urquía, se produjeron hasta tres reuniones donde los abogados de los Muñoz Támara, que ha identificado como José Luis García y Ricardo Álvarez Ossorio, intentaron convencerle de que "Mateo pagara el pato". Pero "Yo no estaba dispuesto a sacrificar a mi cliente", ha sostenido.

Fue en ese contexto, en una última reunión que ha situado en las navidades de 2016, cuando García y Álvarez Ossorio le dijeron que, si él no accedía a volver a la estratega anterior, los Muñoz Támara "lo iban a conseguir por otro lado" porque eran "gente poderosísima" que "nunca iba a la cárcel". "Que tuviéramos cuidado", ha resumido.

Urquía ha reconocido que no se sintió amenazado, sino que lo interpretó más bien como "un ofrecimiento implícito" --"Nada se decía de forma explícita"--. "Yo lo entendí como que iban a hacer una maniobra procesal o comprar a alguien", ha aclarado.

GRABADO EN EL BAÑO DE UN PUB

En este sentido, ha indicado que fue después, una vez que el 'caso Villarejo' había estallado, cuando supo por la Policía Nacional que en 2017 detectives vinculados a CENYT le habían seguido y grabado dentro del baño de un pub --al que solía acudir para concluir la jornada laboral en un ambiente relajado-- consumiendo sustancias estupefacientes.

También a raíz de destaparse 'Tándem' se enteró de que CENYT manejaba un vídeo similar de 2007 y datos personales suyos, como su DNI, su domicilio, su coche, y los hoteles donde se había alojado; capturas de pantalla de 'emails' de trabajo que se intercambiaba con sus clientes; y sus antecedentes penales y las denuncias en su contra que constaban en bases policiales.

"Yo considero que esto estaba orientado a extorsionarme, pero no llegaron a extorsionarme porque (el caso) estalla antes y no les dan la oportunidad", ha expuesto Urquía.

Por ello, estima que es víctima de un intento de extorsión y de delitos de revelación y descubrimiento de secretos. Las consecuencias, un "disgusto familiar" y que ha perdido a "muchísimos clientes". "Está siendo bastante duro", ha afirmado.

Además, ha querido dejar claro que, aunque con el vídeo de 2007 fue víctima de otro intento de extorsión por parte de otras personas, donde ya se habían puesto de manifiesto sus problemas de adicción, eso no significa que haya vía libre. "No quiere decir que se me pueda hacer cualquier cosa de aquí a que me muera. Si mañana me pasa otra cosa quedan unos restos de honor que hay que proteger", ha defendido.

"ESTABA ATERRORIZADO"

En el caso de Navarro, Urquía ha subrayado que sí "estaba aterrorizado" porque pensaba que les iban a matar. "Yo sí me sentí amenazado", ha ratificado el empresario, aseverando que fue víctima de una estrategia de "acoso y derribo" por parte de los Muñoz Támara.

Martín Navarro ha señalado que la primera amenaza que percibió como tal fue la de meter a su mujer en la cárcel si no confesaba como el único culpable del delito fiscal. Después, ha destacado que Fernando Muñoz Támara llegó a presentarse en su casa y en la de familiares suyos.

En particular, ha narrado un episodio que habría ocurrido en el verano de 2017 en una terraza donde coincidió con Fernando Muñoz Támara estando ambos con sus respectivas familias. Éste le habría interceptado de camino al baño. "Me cogió y me dijo que era un sinvergüenza, que me tenía que coger una soga al cuello y tirarme al mar", ha descrito.

Martín Navarro también observó que le estaban siguiendo. Y, cuando Urquía le aconsejó que se "guardara las espaldas", cambió sus rutinas. Empezó a recoger a sus hijos del colegio y se fueron a vivir a la casa del pueblo porque está justo encima de una panadería donde hay alguien "24 horas".

El empresario, que al igual que Urquía ha reconocido en los informes de CENYT datos personales suyos y fotografías de él con sus hijos dentro de un club de hípica, ha revelado que toda esta situación ha provocado que esté en tratamiento psiquiátrico.

Desde que 'Tándem' explotó, ha podido estar "tranquilo" sabiendo que ya no le podían "hacer nada". "Para mí esto ha sido un desahogo (...) Después, lo único que me ha perjudicado ha sido en mi día a día, el estar aquí, que esto no le gusta a nadie", ha concluido.

EL PRESUNTO ESPIONAJE EN 'LAND'

Este lunes ha comparecido otro bloque de testigos relacionados con 'Land', donde se juzga el espionaje que Villarejo habría dirigido contra distintas sociedades y particulares para favorecer a Susana García Cereceda y su compañía, PROCISA, en el contexto de una serie de conflictos empresariales y familiares.

Responsables de las empresas a las que Villarejo habría espiado por este encargo han reconocido igualmente "un sinfín de datos" de ellos y sus compañías en los 'dossieres' elaborados por CENYT.

Uno ha declarado que, aunque en su momento no sospechó, tras conocer el sumario judicial empezó a pensar en "muchas cosas" que les habían ocurrido en esos años. Como que entren en la oficina "con lanzas térmicas para abrir las puertas" y llevarse un armario lleno de documentos que hace de caja de fuerte, ha ilustrado.

El broche a esta sesión lo ha puesto Antonio Tamariz, un antiguo detective de la agencia Método 3 que ha deslizado que otro ex trabajador de la misma agencia, Julián Peribáñez, podría haberse llevado de allí un informe sobre los García Cereceda encargado por la viuda del dueño de PROCISA, Silvia Gómez Cuétara.

De acuerdo con Tamariz, Peribáñez se llevó de Método 3 un 'pendrive' con "cientos de informes" y se lo dio al ex policía Antonio Giménez Raso, al que ha definido como una persona "cercana" a Villarejo. "A partir de ahí no sé qué hicieron con ese 'pendrive'" ni si ese informe estaba dentro, ha admitido.

Leer más acerca de: