PAMPLONA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El delegado del Gobierno en Navarra, Vicente Ripa, confirmó hoy que ETA se equivocó en su objetivo al colocar la última bomba en la discoteca La Nuba de Urdax, propiedad del empresario navarro Peio Martikorena Alzuri, recientemente fallecido. La banda terrorista, dijo, "va a poner una bomba en un sitio y la pone en otro", por lo que, "evidentemente, ETA no tiene ninguna credibilidad".
Ripa señaló en declaraciones a los periodistas que a ETA "no hay que hacerle caso, cuando además se equivoca, y se equivoca mal, porque nunca debió poner una bomba y encima reconociendo que esa bomba no debía ir al lugar que fue".
Según informó ayer Diario de Noticias, ETA pudo confundir al dueño de la discoteca La Nuba con el propietario de la Venta Lapitxuri, Javier Martikorena Aramendi, cercana al establecimiento que fue objeto del atentado y que cerró como local de ocio y diversión para convertirse en un centro comercial.
Un negocio de Javier Martikorena, primo de Peio Martikorena, aparecía en la lista de empresas y establecimientos a los que ETA pedía su boicot por no acceder a su extorsión, y que apareció en el boletín Zutabe del pasado mes de diciembre, agrega dicho rotativo.
El delegado indicó que "intentamos que ETA no atente, y eso a veces resulta difícil, porque poner un coche bomba y escaparse al otro lado de la frontera lo hace cualquiera".
A ETA, manifestó, "no hay que hacerle caso nunca, ni cuando hace un comunicado de una forma o de otra", e indicó que en estos momentos los medios policiales trabajan "para erradicar a la banda terrorista".
"Nuestro objetivo fundamental es que ETA no actúe, y por lo demás, no hago caso de sus comunicados", sostuvo el delegado, quien recordó que durante año y medio se ha detenido en España a 200 personas, 38 de ellas en Navarra. "Ése es nuestro objetivo, seguir trabajando para que ETA desaparezca, y si decide entregar las armas, cuanto antes, mejor".
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