Aboga por una actitud de "prudencia y esperanza" para conseguir la desaparición de ETA y anima a la banda a "dar el paso definitivo"
BILBAO, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Coordinadora Gesto por la Paz consideró hoy "erróneos" los planteamientos que exigen a las víctimas "el perdón y la reconciliación con sus victimarios" y abogó por una actitud de "prudencia y esperanza" para conseguir la desaparición de ETA, a la que animó a "dar el paso definitivo" para la consecución de la paz.
En rueda de prensa en Bilbao, donde participaron varios miembros de la Comisión Permanente de Gesto por la Paz, Itziar Aspuru, recordó que el deseo mayoritario de la sociedad es alcanzar la paz y defendió la "urgente necesidad de la desaparición del ejercicio de la violencia terrorista de ETA y de su amenaza".
En este sentido, consideró que es precisamente la banda la "responsable" de que se logre el objetivo de la paz, por lo que le animó a "dar el paso definitivo e irreversible de abandonar la estrategia de la imposición y la amenaza".
Animó a mantener una actitud de "prudencia y esperanza" en el actual contexto de alto el fuego por parte de ETA porque, señaló, "este proceso tiene que desembocar en la desaparición definitiva de ETA" y defendió que el proceso se base en los principios de deslegitimaciónde la violencia, reconocimiento y memoria de las víctimas y ausencia de cesiones políticas a la violencia.
A su entender, las víctimas deben ser "un referente imprescindible en todas las actuaciones que se den", por lo que rechazó los "planteamientos erróneos" que exigen a este colectivo "el perdón, la reconciliación con sus victimarios, una actitud de magnanimidad".
"Resulta un error y una injusticia hacia las propias víctimas plantearlos sin antes, como sociedad, haber hecho un recorrido liderado por las instituciones, que reconozca el déficit existente hacia las víctimas", agregó.
DIÁLOGO CON ETA
En referencia al Gobierno socialista, manifestó que debe garantizar el cumplimiento absoluto de los principios anteriores y le pidió "el máximo esfuerzo, con sus pronunciamientos y actuaciones, para que así sea percibido por la ciudadanía", y que sea quien dirija la política antiterrorista.
En esta línea, consideró "admisible" establecer procesos de diálogo "con quienes han ejercitado la violencia y también con quienes la han justificado", pero sólo "si existen indicios suficientes de una voluntad real de poner fin a la estrategia de la violencia".
Defendió la necesidad de exigir "a quienes han apoyado el terrorismo" que se desvinculen de la violencia y recordó que un posible "precio político" sólo beneficiaría "a ETA y el mundo que le apoya". "Con ETA sólo se podrá hablar del abandono definitivo de las armas y de aquellas cuestiones que afecten a sus integrantes, atendiendo siempre a la legalidad vigente", precisó.
Para Aspuru, el futuro político debe ser decidido por las instituciones, las fuerzas políticas y la sociedad en general, al tiempo que calificó los momentos actuales de "sumamente delicados" e insistió en la importancia de tener "una gran dosis de prudencia y de responsabilidad por parte de todos los ciudadanos".
