MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
La abogada de Antoine Sánchez, el primo del cerebro de la trama de corrupción, Francisco Correa, solicitará al juez Antonio Pedreira una nueva rebaja de la fianza impuesta a su cliente al no poder pagar esa cuantía para eludir la prisión, en la que ingresó el 12 de febrero de 2009.
El imputado afronta una fianza de 150.000 euros que se fijó después de que la defensa de Sánchez solicitara una reducción en la comparecencia que tuvo lugar el pasado 22 de abril. Entonces, se pidió rebajar la cuantía de 300.000 euros que se fijó tras reducir la inicial de 600.000 euros.
La defensa de Sánchez indicó a Europa Press que su cliente no puede pagar ese dinero. Además, negó que su patrocinado este colaborando con el juez aportando datos de las pesquisas investigadas. "No puede colaborar porque no ha cometido ningún delito. Sólo conoce a su primo", aseveró la letrada.
Según el sumario, Antoine Sánchez participó en la estrategia de Correa para desvincular a éste de las sociedades gestionadas desde el despacho del ex vicepresidente de Repsol Ramón Blanco Balín.
El primo del 'cerebro' de la red era titular de un porcentaje de capital de las sociedades patrimoniales domiciliadas en España dividido en acciones y titular de las acciones al portador de las sociedades ubicadas en paraísos fiscales o territorios no cooperantes.
NEGOCIOS DEL PRIMO DE CORREA
Antoine Sánchez no sólo colaboraba voluntariamente con Correa para servirle de tapadera legal en su entramado empresarial, sino que mantenía una actividad paralela en Senegal, país en el que era residente, según se desprende del sumario.
Según las diligencias, una de las conversaciones que mantiene con su socio Gueye Tapha, estando éste en Dubai, es reveladora. En ella, Tapha le dice que ha podido ver lo que denominan "la mercancía", que califican de "demasiado" buena y de la que tienen "3 cajas, de 3 y medio".
Otra conversación desvela que también se dedica a la venta de "piedras de joyerías", de modo que el "material" del que hablan podrían ser gemas. En ella encarga a otra persona averiguar el precio en el mercado de Amberes, sede del Centro Mundial del Diamante, y concluye que puede costar "36.000 euros". El portador de las mismas cree que unas pueden costar 36.000 euros y otras 10.000, pero que queda pendiente de confirmación.
