Interior confirma su apuesta de "impulsar" la 'vía Nanclares'

Actualizado: viernes, 10 febrero 2012 15:02
cia" class="NormalTextoNoticia" itemprop="articleBody">

   MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La concesión del tercer grado penitenciario para el preso de ETA José Manuel Fernández Pérez de Nanclares supone la confirmación de la apuesta del Ministerio del Interior que dirige Jorge Fernández Díaz por "impulsar" la denominada 'Vía Nanclares', iniciada en la pasada legislatura por el Ejecutivo socialista y que consiste en abrir la puerta a beneficios penitenciarios para los presos etarras disidentes que acreditan su ruptura con la banda, la mayoría de ellos en la prisión alavesa de Nanclares de la Oca.

   "Como sabemos que ETA está actuando sobre el Colectivo de Presos de manera muy fuerte para evitar que se acojan a la reinserción que pasa por pedir perdón, vamos a ayudarles a los que están dispuestos a ese tránsito y facilitarles ese tránsito, lo que se llamó la 'Vía Nanclares', eso lo vamos a impulsar", adelantó Fernández hace ocho días en una entrevista.

   Lo reiteró el pasado martes en el Senado: "Yo como ministro del Interior, lo que nos planteamos es la reinserción individualizada de los presos y que se acojan a lo que establece la ley: arrepentirse de su pasado, pedir perdón, pagar las indemnizaciones y en definitiva, la denominada 'vía Nanclares'.

   Según los datos a los que ha tenido acceso Europa Press el tercer grado penitenciario es una medida muy excepcional entre los presos de ETA y hasta Pérez de Nanclares, los sucesivos responsables de Interior tan sólo habían concedido cinco desde el año 2007. En concreto, según estos mismos datos, se había aplicado uno en 2007, otro en 2008, dos en 2010 y uno el pasado mes de octubre de 2011.

JOSÉ BRETÓN, ASESINADO EN 1992

   Pérez de Nanclares estaba completamente desvinculado de la banda. En su historial criminal consta colaborar en el asesinato del guardia civil José San Martín Bretón, ocurrido en Getxo el 25 de febrero de 1992 mediante un disparo en la cabeza. Fue condenado por ello a 18 años de cárcel.

   El último beneficiado por un tercer grado fue Fernando Luis de Astarloa, interno en la cárcel alavesa de Nanclares de la Oca en una resolución dictada el mismo día del comunicado en el que la banda anunció el cese definitivo de su actividad armada.  

   El tercer grado penitenciario significa pasar a cumplir condena en régimen abierto con la única obligación de acudir a la cárcel sólo para dormir --se conoce como el 'régimen cenicienta'--. La asignación de las distintas clasificaciones depende en exclusiva de las Juntas de Tratamiento de cada prisión que se basan en criterios como el pasado criminal del preso o su evolución en prisión, entre otras cuestiones.

   La concesión del tercer grado es una decisión ejecutiva por lo que Pérez de Nanclares ya puede comenzar a disfrutar de su nueva situación. A diferencia de otros procedimientos en prisión, en este caso la cárcel de Nanclares de la Oca propone el cambio y la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias es la encargada de aprobarla.

POSIBILIDAD DE RECURSO

   Este Departamento, tan sólo tiene la obligación de comunicar su decisión a la Fiscalía de la Audiencia Nacional. En caso de oponerse, el Ministerio Público tiene cinco días de plazo para presentar un recurso ante el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, quien, en ese caso, decide en última instancia.

   Actualmente en la cárcel de Nanclares de la Oca hay entre 20 y 30 presos de ETA y algunos casos como el de Pérez de Nanclares en Bilbao o José Luis Álvarez Santacristina 'Txelis', preso en Martutene (Guipúzcoa) que han roto de manera definitiva con ETA avalándolo tanto en escritos públicos como privados.  

   Muchos de ellos gozan de permisos penitenciarios como la posibilidad de salir algunos días de prisión o la aplicación del artículo 100.2 como era el caso de Pérez de Nanclares. Las fuentes consultadas por Europa Press recuerdan que la concesión del 100.2 es la antesala del tercer grado. Únicamente se puede acceder a él con la mitad de la pena cumplida.

   Este requisito de tener la mitad de la condena cumplida se introdujo tras la última reforma del Código Penal del año 2003, que perseguía el cumplimiento íntegro de las penas en función del cual se rige actualmente el reglamento penitenciario.

OTROS BENEFICIOS POSIBLES

   Actualmente bajo el 100.2 se encuentran otros presos como Andoni Muñoz, Andoni Alza Hernández, Luis María Lizarralde, Iñaki Rekarte, Jorge Urruñuela, Ángel Carlos Figueroa o José Luis Álvarez Santacristina, 'Txelis', --interno en Martutene (Guipúzcoa)--.

   Este artículo ha sido aplicado a terroristas por razones humanitarias como fue el caso de José Ignacio De Juana Chaos tras su huelga de hambre y debido a su estado de salud se les permitió seguir cumpliendo condena en su casa con controles telemáticos. También se han visto beneficiados por este mismo artículo históricos de la banda que salen todos los días de prisión --excepto los fines de semana-- para estudiar o trabajar.

   Otra opción es acogerse a la libertad condicional, un permiso vetado por ETA a sus internos al considerar que era algo propio de presos comunes. Para acogerse a esta medida es necesario que se cumplan otros tres requisitos, estar en tercer grado, tener tres cuartas partes de la condena cumplida y ofrecer un pronóstico de reinserción favorable. Este último requisito debe ser aprobado por el juez.

   Ingresar en Nanclares u otra prisión cercana al País Vasco no significa tener acceso inmediato a salidas graduales de la cárcel. De hecho, la mayoría de presos del penal alavés no gozan de este privilegio y al mismo tiempo hay presos etarras de otras prisiones que sí han disfrutado de medidas.

   Una de las razones es que los beneficios penitenciarios tan sólo comienzan a aplicarse siempre y cuando el preso tenga cumplida como mínimo la cuarta parte de su condena. La primera medida a la que se acogen son los días de permiso. Por ley cada preso tiene derecho a 36 días al año a repartir como ellos determinen en bloques de un máximo de 7 días y 18 al semestre.