López (PSE) cree que no hay en marcha un proceso de paz en Euskadi pero sí una "prudente esperanza" de conseguirlo

BILBAO, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del PSE-EE, Patxi López, consideró hoy que no hay en marcha un proceso de paz en Euskadi, aunque sí una "prudente esperanza" de conseguirlo basada en "la fortaleza del Estado de derecho que ha conseguido que ETA esté más débil", en los "movimientos" apreciados en la izquierda abertzale que, de momento, "no se acompañan de hechos", y en las "enormes ganas" de paz y libertad de la sociedad.

En una entrevista concedida a Radio Popular, recogida por Europa Press, López negó que exista un proceso de paz en marcha y recordó que "la propia resolución del Congreso de los Diputados, que marca la hoja de cualquier demócrata, dice claramente que la condiciones previa e indispensable es el anuncio de ETA del abandono de las armas", por lo que "mientras ETA exista y siga actuando no hay camino de paz abierto, ni mucho menos".

No obstante, reconoció que existe una "prudente esperanza" de relación a la consecución de la paz que, según dijo, "se basa en la fortaleza del Estado de derecho que ha conseguido que ETA esté más débil que nunca gracias a la eficacia de la política, de la Justicia y la colaboración internacional", así como en "la decisión de la política y en algún movimiento que hemos podido apreciar en la izquierda abertzale que parece que quiere orientarse hacia la política, aunque todavía no son movimientos creíbles porque los hechos no acompañan a los discursos".

Asimismo, consideró que esa "prudente esperanza" se debe, sobre todo, a que hay en la sociedad vasca y española "unas ganas enormes de paz y libertad y de que acabe, de una vez por todas esta lacra que hemos padecido durante tantos años". A su juicio, ese deseo de los ciudadanos es "uno de los instrumentos más importantes para que esto no tenga vuelta atrás, para que ETA no pueda volver a asesinar en este país". "Todo eso conjugado -añadió- nos hace mantener ciertas esperanzas de que este este el tiempo en el que podemos, si empujamos todos bien y en la misma dirección, conseguir esa paz".

Tras destacar el compromiso del Ejecutivo Zapatero para que la política "ayude a conseguir y a consolidar la paz en Euskadi y en España" y asegurar que "si hay una posibilidad para la paz" el presidente del Gobierno "va a intentarlo", precisó que "si no hay proceso de paz en el País Vasco es porque existe ETA". "Si no hay un camino abierto hacia la paz es porque ETA todavía no ha hecho lo que tiene que hacer, que es anunciar del abandono de las armas", reiteró.

Por otro lado, López aseguró que "no ha habido ningún tipo de contacto político con Batasuna" por parte del Partido Socialista e insistió en que el camino hacia la paz "se resuelve con consenso y con pacto entre diferentes, porque eso nos llevará a la normalidad y la normalidad lo que tiene que llevarnos es a la convivencia". En ese sentido, reclamó la "complicidad" ciudadana y que la sociedad "se compromete en ese camino y arrope a los políticos que tenemos esa voluntad".

En su opinión, "en este momento en el que hay una prudente esperanza, debiéramos estar todos remando en la misma dirección y debiéramos, los políticos, buscar la complicidad de la sociedad".

NORMALIZACION

López criticó que para los nacionalistas, normalización política "quiere decir que todos los demás tenemos que asumir el derecho a decidir, la autodeterminación o la territorialidad, depende del momento", mientras que para los socialistas, la normalidad política "que viene de la mano de la paz, es libertad para que cada uno podamos defender nuestro proyecto sin tener por ello que arriesgar la vida o la integridad física, es igualdad para que cada uno podamos jugar con las mismas condiciones y que nadie juegue con ventaja porque el adversario esta amenazado y es democracia".

Por otro lado, precisó que la propuesta de dos mesas para la negociación, una entre Gobierno y ETA y otra entre los partidos políticos, venía recogido en el Pacto de Ajuria Enea y lo definieron "primero el conjunto de los partidos democráticos", aunque después lo diga Batasuna "y parece la madre del cordero". "Es Batasuna quien a venido al redil de los partidos democráticos, porque nosotros estamos diciendo que esa mesa tiene que cumplir una condición previa, que es la ausencia de violencia", insistió.

El secretario de los socialistas vascos aseguró que, a partir del cese de la violencia, "cada uno llevará sus propuestas a la mesa" que, según advirtió, se basa en dos principios, "la ausencia de violencia, porque no queremos una mesa tutelada por ETA ni por nadie, y el respeto a las reglas de juego, incluso para cambiarlas".

"A los socialistas se nos pregunta constantemente cuándo estamos dispuestos a movernos para asumir los planteamientos de los nacionalistas como el derecho a decidir, pero, ¿por qué no se les pregunta a los nacionalistas cuanto están dispuestos a moverse para asumir la lealtad constitucional, que es lo que dará solución a todo este problema?", preguntó.

DERECHO A DECIDIR

Para López, el problema es que cuando los nacionalistas hablan del derecho a decidir "quieren que los vascos decidamos lo nuestro y lo de los demás, y nosotros decimos que los vascos decidimos donde tenemos legitimidad para decidir, que es en nuestro ámbito de decisión y con nuestras competencias".

El líder del PSE-EE indicó que el Gobierno vasco "existe gracias a la decisión de los vascos, la Constitución y el Estatuto" y lamentó que los nacionalistas "parece que no han entendido nada", en relación a la afirmación del Gobierno vasco de es "innegociable" un derecho que no sea el de autodeterminación. "Yo -advirtió- no me siento a una mesa con nadie con condiciones como esas innegociables".

López apuntó que la autodeterminación "no es un derecho, sino una reivindicación de los nacionalistas" que, según explicó, "aluden constantemente al derecho de autodeterminación reconocido incluso en declaraciones de las Naciones Unidas, pero no dicen lo que viene después, que es un derecho reconocido para las colonias, para los pueblos oprimidos y sin representación institucional" y, según precisó, "ninguna condición cumple de esas tres, afortunadamente, el País Vasco".