BARCELONA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat en funciones, Pasqual Maragall, aseguró hoy que "nunca" le pidieron que se "volviera a presentar" aunque se mostró convencido de que ello "no responde a ningún pacto escrito entre el nacionalismo catalán de centroderecha y el PSOE".
En una entrevista al diario 'El País', Maragall dice que su misión "era hacer posible el cambio, abrir otra etapa, pero no participar en ella".
Para el dirigente del PSC, "lo que ahora importa es Europa, económicamente, intelectualmente y en todos los terrenos la nueva patria común es Europa" y apunta que su futuro podría pasar por ocupar un puesto en el consorcio europeo EADS, que controla el Airbus.
El todavía presidente catalán dice que hay momentos en que España "parece creer que la Catalunya de verdad es la nacionalista" y "no entiende que haya una Catalunya que quiere cambiar España, lo cual es otra cosa".
"Prefiere la nacionalista que pasa de España", señala Maragall, "hasta que aparece la izquierda catalana, turba esa paz y dice que lo quiere es también "ayudar a cambiar España" cuando a los nacionalistas "les importa relativamente poco lo que ocurra en Andalucía o en Extremadura".
RELACION CON ZAPATERO.
Maragall reconoce que la apuesta de la izquierda catalana era "dura de tragar para Zapatero y eso complicó las relaciones Maragall-Zapatero" y ha significado "un desgaste tremendo tanto para el gobierno catalán como para el gobierno de Zapatero".
En otro pasaje de la entrevista, el dirigente socialista se refiere al Estatut y sostiene que "el primer texto del Parlamento catalán fue un schock" para el resto de España y que el pacto Zapatero-Mas fue "un acuerdo sorpresivo que daba salida a un problema que nosotros, el tripartito se suponía, habíamos creado".
En cuanto a la campaña anticatalanista contra el Estatut, Maragall sostiene que fue "provocada por un españolismo tan enemigo de la España plural como, en cierto modo, determinado nacionalismo catalán".
En otro tema polémico como lo fue la 'crisis del 3%', el dirigente socialista señala que no fue un invento suyo sino que era "moneda corriente" y comenta al respecto que "lo que me sorprendió es que siendo verdad y estando en la prensa no se hablase más de ello", pero niega a haber cedido ante CiU por la amenaza de los nacionalistas de romper el consenso estatutario.
