Asegura que el auto de Ruz confirma los indicios "de genocidio sobre españoles"
MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha advertido este viernes que la única esperanza de ver sentados en el banquillo a los 11 altos cargos marroquíes procesados por Pablo Ruz por presunto genocidio en el Sáhara es que sean detenidos "cuando salgan del país", como ya ocurrió con el dictador chileno Augusto Pinochet, detenido en 1998 en Londres por orden suya. "El camino es aún largo y el Juzgado de Instrucción tendrá que enfrentarse a la previsible falta de colaboración de las autoridades marroquíes y españolas", ha agregado.
Garzón, que admitió a trámite la querella por el genocidio contra los saharauis en el año 2006 cuando aún estaba al frente del Juzgado Central de Instrucción número 5, ha mostrado su satisfacción por el auto del juez Ruz ya que considera que la decisión "confirma los indicios de que existían presuntos delitos de genocidio sobre españoles", nacionalidad de la que deberían disfrutar los ciudadanos saharauis también en la actualidad.
Ha advertido, en una nota de prensa, que tras la emisión de las pertinentes órdenes de detención a través de Interpol y cualquier país del mundo estará obligado a proceder a estos arrestos si alguna de estas personas pasara por su territorio. Para el presidente de FIBGAR, "el simple hecho de que un organismo judicial diga que se ha sido víctima de un genocidio ya es en sí mismo una reparación".
El auto representa un "primer paso hacia la justa reparación a las víctimas" y promueve, a pesar de las actuales restricciones, el necesario mecanismo de la Jurisdicción Universal en la lucha contra las violaciones de Derechos Humanos, dice el comunicado.
En su opinión, el hallazgo de ocho cuerpos con documentación española en una fosa común ha sido uno de los motivos por los que la reforma del 2014 no ha afectado a la causa y se han solventado los primeros obstáculos.
