MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
El grupo parlamentario de Podemos ha presentado este jueves en el Congreso una Proposición No de Ley en la que apuesta por extender el uso de las lenguas cooficiales en un sistema judicial en el que, en su opinión, el ciudadano se encuentra "amedrentado" por una escenografía en la que abundan "banderas terminadas en punta de lanza, togas de intenso negro y cuadros del Rey".
En una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Jaume Moya, diputado de Podemos por Cataluña, ha reclamado que se cumpla la Carta Europea de Lenguas Minoritarias o Regionales y se lleve a cabo una reforma de las leyes del Poder Judicial y de Enjuiciamiento Civil que permitan al justiciable establecer al principio del juicio con qué lengua quiere defenderse.
Moya ha recordado que España es un Estado plurinacional en el que las lenguas están vinculadas a la identidad de cada ciudadano. Un ciudadano, ha dicho, que se encuentra "incómodo" ante una Justicia que ha calificado de "distante" y "amedrentadora". "A veces nos planteamos si ha hecho la Transición", se ha preguntado.
El diputado ha lamentado los "tristes" porcentajes de sentencias dictadas en las lenguas cooficiales, aportando cifras como un 12% en Cataluña o un 4% en el caso de Galicia. Moya ha reconocido que no han hecho un cálculo del coste de esta medida que, ha subrayado, necesita de "voluntad política" por su carácter "intrépido".
Podemos ha escenificado el acuerdo del grupo parlamentario y de Compromís con la asistencia del diputado de esta formación Enric Bataller. También ha participado el juez en excedencia y diputado por Baleares Juan Pedro Yllanes, que se ha quejado de que esta comunidad autónoma siga sin reclamar las transferencias en materia de Justicia.
"No es que sea ya un desierto lingüístico", ha dicho Yllanes sobre la falta de sentencias en el catalán de Baleares, "es que esto nos convierte en una parte más del imperio dominado por el castellano". Esta misma idea ha sido defendida por la diputada por Valencia Rosana Pastor, que se ha quejado de que, desde la Batalla de Almansa en el siglo XVIII, los valencianos "no han parado de sufrir golpes".
