MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las diputadas que han cubierto las vacantes dejadas en el Congreso tras las renuncias de la ex vicepresidenta primera del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega y el diputado de Iniciativa per Catalunaya Verds (ICV) Joan Herrera han tomado ya posesión de sus escaños en la Cámara Baja.
La salida de la Vega, que ha dejado su acta de diputada para poder acceder a su nueva responsabilidad como miembro permanente del Consejo de Estado, ha permitido la vuelta al Palacio de la Carrera de San Jerónimo de la valenciana Margarita Pin Arboledas.
Pin ha podido así recuperar la actividad parlamentaria a la que tuvo que renunciar tras no salir elegida en las elecciones generales de 2008, en las que concurrió como número nueve de la lista por Valencia que encabezó De la Vega. Su anterior etapa en el Congreso se desarrolló ininterrumpidamente entre 1996 y 2008.
Se da la circunstancia de que en la legislatura constituyente, su hermano José Ramón Pin, ya ocupó un escaño en el Congreso en representación de la Unión de Centro Democrático (UCD).
IZQUIERDA BATALLONA
Por su parte, Nuria Buenaventura sustituye a Herrera, quien le ha pasado el testigo en una rueda de prensa en la que también ha participado el diputado de IU, Gaspar Llamazares, con quien a partir de ahora formará el "tándem de la izquierda batallona", según palabras del también secretario general de ICV.
Buenaventura, que hasta ahora era directora general de Medio Natural del Ejecutivo catalán y fue alcaldesa de Rubí (Barcelona) concurrió como número dos de la lista de ICV por Barcelona en elecciones de 2008 y ocupará las portavocías de las que se encargaba su antecesor.
La nueva diputada de ICV se ha estrenado en la tribuna de oradores del hemiciclo apenas dos horas después de tomar posesión con la defensa de una enmienda de totalidad al proyecto de ley sobre responsabilidad civil por daños nucleares o producidos por materiales radiactivos. Además, ya ha presentado su primera batería de preguntas escritas relativas a la muerte del joven saharaui, Nayem El Gareh, por disparos del ejército marroquí.
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