BILBAO, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PP del País Vasco, Leopoldo Barreda, interpelará al lehendakari, Juan José Ibarretxe, en el pleno que se celebra mañana en el Parlamento vasco sobre el Consejo Político, que, a su juicio, es un "sanedrín de notables" de las tres fuerzas que integran el Gobierno y un "instrumento de proyección de Ibarretxe en los medios de comunicación".
En un comunicado, afirmó que el Consejo Político nace "con retraso" respecto a la fecha comprometida y "notablemente rebajado respecto a las expectativas que, en aquellas fechas, se quisieron suscitar".
"No parece que la transcendencia del órgano vaya más allá finalmente que la que se pueda atribuir a un sanedrín de notables de las tres fuerzas políticas que integran el Ejecutivo. Es más, cabría pensar que se trata antes de nada de afinar la sintonía entre tales fuerzas políticas en relación con la normalización y pacificación, garantizando el lehendakari el correspondiente 'plus' de protagonismo", agregó.
Por otra parte, ante la pretensión de Ibarretxe de plantear "un plan integral de paz", Barreda indicó que el nuevo Consejo es "tan sólo un instrumento de proyección del propio lehendakari en los medios de comunicación".
Barreda reprochó al lehendakari que "vincule el concepto de normalización y pacificación a la constitución de una mesa de partidos que ha exigido y reiterado ETA-Batasuna".
"El Consejo político es un órgano para reunir al Gabinete consigo mismo o, a lo sumo, para escindir el Gabinete en núcleo político y consejo sectorial. Queda por saber todo lo demás, incluida la rendición de cuentas de la tarea que desempeñe tal consejo, que pudiera transformarse en una especie de cámara secreta del Ejecutivo vasco", añadió.
Por ello, en su interpelación, Barreda preguntará por los motivos por los que el Gobierno vasco ha modificado los plazos y contenidos previstos para el nuevo Consejo Político. También se interesará por conocer si el propósito del Ejecutivo es que este Consejo funcione "con transparencia", celebrando sesiones conocidas por la opinión pública, con la existencia de actas y el control del Parlamento vasco, para evitar "todo secretismo u opacidad".
