Concejales de Pamplona visitan la calle Tafalla, que ha sido reurbanizada

PAMPLONA 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los miembros de la comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona han visitado este lunes la calle Tafalla de la capital navarra, en la que el pasado mes de mayo finalizaron las obras de reurbanización que han dotado al II Ensanche de la ciudad de un nuevo aspecto.

Los trabajos también han incluido la sustitución de las redes de abastecimiento y saneamiento tras el convenio firmado entre el Consistorio y la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, según ha informado el Ayuntamiento de la capital navarra en una nota.

Además, se ha renovado la totalidad de la iluminación de la calle y se han sustituido las farolas ancladas en fachada por una nueva iluminación de báculos con luminarias a diferentes alturas (para el tráfico y para peatones).

Las obras de reurbanización y renovación de redes de la calle Tafalla, que se desarrollaron en tres fases, fueron ejecutadas por Arian Construcción y Gestión de Infraestructuras y tuvieron un presupuesto de 2.533.983 euros, parcialmente financiados dentro del Plan de Infraestructuras Locales del Gobierno de Navarra.

La primera fase de las obras se desarrolló entre Paulino Caballero y la calle Olite y en la segunda fase se trabajó desde la calle Olite hasta la Baja Navarra con la reurbanización también de la travesía Tafalla. Simultáneamente con la segunda fase, comenzó la tercera, que ejecutó la reurbanización entre Paulino Caballero y la avenida de Galicia.

ZONAS DE DESCANSO

Antes del inicio de las obras, la calle Tafalla tenía 15 metros de anchura y contaba con el diseño típico del II Ensanche de Pamplona, con un carril de circulación y vehículos estacionados en un lado en línea y en el otro en batería. Con la reurbanización, se ha mantenido el único sentido de circulación de 3,5 metros de ancho y espacios para aparcar en ambos lados (uno en línea y el otro en batería).

Sin embargo, actualmente, entre las calles Amaya y Paulino Caballero, la calle Tafalla tiene carácter peatonal similar a la avenida de Carlos III y los vehículos circulan excepcionalmente como en el resto de zonas peatonales de la ciudad.

Además, en los cruces con las distintas calles se han eliminado las zonas de aparcamiento para ampliar y crear pequeños espacios de estancia dotados con bancos y jardineras de acero corten que separan las zonas de reposo de la zona rodada. También se ha dotado de bancos y aparcabicis la zona peatonal.

Las aceras son de losas de granito, tienen 2,5 metros de ancho y están separadas con un bordillo delimitador del tránsito de vehículos. La zona rodada es asfalto impreso adoquinado. En los cruces con las calles transversales, donde se localizan las zonas de estancia con bancos y jardineras, no existen bordillos y existe plataforma única para permitir una mejor accesibilidad. En la zona peatonal el pavimento es de adoquín.