El HUN implanta un test molecular que evita intervenciones quirúrgicas en el estudio de los nódulos tiroideos

Equipo con el que se realiza el test molecular para el diagnóstico de los nódulos tiroideos indeterminados.
Equipo con el que se realiza el test molecular para el diagnóstico de los nódulos tiroideos indeterminados. - GOBIERNO DE NAVARRA
Publicado: jueves, 23 mayo 2024 9:18

PAMPLONA, 23 May. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Universitario de Navarra (HUN) ha puesto en marcha un novedoso test molecular que evita intervenciones quirúrgicas en el estudio de los nódulos tiroideos cuando la prueba inicial que se realiza para determinar su benignidad o malignidad ofrece un resultado indeterminado o no concluyente.

"Esto sucede hasta en el 15% de los casos. En un elevado número de estas ocasiones, se realiza una cirugía para obtener un diagnóstico de certeza. Una operación que el nuevo test evitaría y que podría no ser necesaria en un 70-75% de los casos en los que el nódulo indeterminado resulta ser benigno", explica el Gobierno de Navarra en un comunicado.

El estudio inicial de los nódulos de la glándula tiroidea se realiza en consulta de Endocrinología, valorando los factores de riesgo clínicos del paciente y realizándole una ecografía. Según el tamaño y las características del nódulo apreciadas en la prueba ecográfica, el especialista determina la necesidad de realizar un análisis de sus células (un estudio citológico) tras la extracción de una muestra de tejido mediante la inserción de una delgada aguja (punción aspiración con aguja fina o PAAF), con el fin de detectar posibles células cancerosas.

Como se ha señalado, en un 15% de los casos tras la PAAF la citología ofrece un resultado indeterminado, es decir, que no es posible establecer con certeza la benignidad o malignidad de la muestra. No obstante, hasta un 25-30% de esos nódulos indeterminados pueden llegar a ser malignos.

Hasta ahora, la actuación recomendada en esos casos era repetir el estudio citológico o realizar una intervención quirúrgica con una finalidad diagnóstica, o bien realizar un seguimiento del paciente, según sus características.

Con la incorporación al servicio de Anatomía Patológica del HUN de este test molecular, de nueva comercialización en España, tras la realización de una nueva PAAF se procede al estudio de diez genes en el tejido extraído. De este modo, puede estratificarse de manera mucho más precisa la probabilidad de malignidad del nódulo, con el fin de tomar la mejor decisión terapéutica y evitar así intervenciones quirúrgicas con una finalidad diagnóstica. Si el test clasifica el nódulo como benigno, se realizará un seguimiento clínico; y si detecta sospecha de malignidad, el tratamiento será la cirugía.

Este test es una técnica que complementa la clínica, la ecografía y la citología y su puesta en marcha ha sido posible gracias al trabajo dentro del comité multidisciplinar de patología tiroidea y del servicio de Anatomía Patológica del HUN.

DIFERENTE INCIDENCIA EN HOMBRES Y EN MUJERES

La presencia de nódulos tiroideos en la población es muy frecuente, alcanzando el 50-60% si la detección es por ecografía. La frecuencia es mayor en las mujeres y en edades avanzadas.

La mayoría de los nódulos ocurren en personas con función tiroidea normal, no causan síntomas compresivos ni problemas estéticos, y el objetivo principal de su estudio es descartar malignidad, lo que sucede entre el 5-15 % de los casos.

Según datos del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), en 2023 se detectaron en Navarra un total de 113 casos nuevos de cáncer de tiroides. Tres de cada cuatro de ellos, 86 casos, fueron en mujeres, en las que el de tiroides fue el quinto tipo de cáncer más frecuente, con el 5% del total de los nuevos casos diagnosticados el pasado año para ese sexo. En hombres, se diagnosticaron 27, el 1,1% del total de los detectados en varones, entre los que se situó como el decimoctavo tipo de cáncer más frecuente.

Se trata de un cáncer con unas cifras de mortalidad relativamente bajas en Navarra: en el quinquenio 2018-2022 ocupó el vigésimo puesto en el orden por mortalidad de los cánceres en el caso de los hombres, y el vigésimo segundo en el de las mujeres, con unas tasas ajustadas de 0,4 y de 0,6 por cada 100.000 habitantes, respectivamente.

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