Actualizado 13/08/2013 14:00

Cayetano González.- Las comparecencias

MADRID, 13 Ago. (OTR/PRESS) -

Si algún iluso en el PP, o fuera de él, pensaba que con la comparecencia parlamentaria de Rajoy ante el Congreso de los Diputados del pasado uno de agosto para hablar del denominado "caso" Bárcenas, este se podía dar por finiquitado, transcurridas ni dos semanas de aquella, ya habrá podido comprobar que no es así. Aparte de las informaciones que han seguido apareciendo durante este pasado fin de semana y que comprometen algunas de las afirmaciones hechas por Rajoy en sede parlamentaria, este martes y miércoles desfilarán por la Audiencia Nacional para declarar ante el juez Ruz, Cospedal, Álvarez Cascos y Arenas. Lo harán en calidad de testigos, es decir, con obligación de decir la verdad y el motivo de haber sido llamados por el juez se debe a sus responsabilidades actuales o pasadas al frente de la secretaría general del PP.

Aunque el PP es un partido esencialmente presidencialista -así lo fue en la etapa de su primer presidente, Manuel Fraga, y lo ha seguido siendo posteriormente cuando Aznar y Rajoy cogieron su relevo- no cabe ninguna duda que el día a día del partido cae mas bien en la órbita del número dos del organigrama, es decir, del secretario general. De ahí el interés que tienen las declaraciones de quienes ocuparon u ocupan actualmente ese puesto, que les da un conocimiento absoluto de lo que se cuece en la sede central de los populares de la calle Génova de Madrid.

Las acusaciones realizadas por Bárcenas son fundamentalmente dos: financiación ilegal del PP durante veinte años, lo que conllevaría tener una doble contabilidad, a y b, y cobro de sobresueldos por parte de la cúpula del partido que no se sabe si sus receptores los declaraban o no a Hacienda. Ambas son de una extrema gravedad y no puede servir como excusa el hecho de que, como dice el refrán "en todas partes cuezan habas y en algunos sitios a calderadas".

Las responsabilidades penales a que hubiera lugar si se logra probar que lo que ha dicho Bárcenas es verdad corresponden delimitarlas al ámbito judicial y en eso está el juez Ruz. En cuanto a las responsabilidades de tipo político, insisto que el infierno para Rajoy y para el PP no ha acabado ni mucho menos con la comparecencia parlamentaria del uno de agosto. La oposición sabe que ha mordido una buena presa y no la va a soltar. El PSOE no descarta la presentación de una moción de censura y UPyD, partido que por su corta vida y por no haber tocado poder, puede presumir de no estar salpicado por casos de corrupción, tampoco. Pero lo peor para Rajoy y para su partido es que, hoy por hoy, la opinión pública da mas credibilidad a lo que pueda decir Bárcenas que a lo que pueda afirmar el Presidente del Gobierno. Y eso, en términos políticos, es sencillamente demoledor.