Actualizado 06/10/2008 22:04

Crónica Yak.- Un periodista que viajó en el Yak-42 antes del siniestro dice haber visto botellas de wisky en la cabina

- Una diputada del PSOE muestra un acta de una sesión plenaria en la que Trillo confirma estar al tanto de las quejas de los militares

MADRID, 6 Oct. (OTR/PRESS) -

El periodista de Radio Nacional de España Ernesto Carratalá, que viajó en el Yakovlev-42 unos días antes de que se estrellara el 26 de mayo de 2003 causando la muerte de 62 militares españoles, aseguró hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska que vio varias botellas de whisky vacías en los compartimentos destinados a la tripulación. Por su parte, la diputada del PSOE Carmen Sánchez mostró un acta de una sesión plenaria del Congreso del 11 de junio de 2003 en la que el ex ministro de Defensa Federico Trillo reconocía haber recibido su pregunta escrita en la que se recogían las quejas de los militares por el estado del avión.

El testimonio del periodista y de otros 11 testigos cerró la ronda de comparecencias ordenada por Grande-Marlaska en la causa que instruye para investigar la contratación del aparato, que se estrelló el 26 de mayo de 2003 cuando trasladaba a tropas españolas desde Afganistán. Carratalá relató ante Marlaska que el vuelo en el que viajó en el Yak-42 el 11 de mayo de 2003, "puso los pelos de punta" a todos los ocupantes del avión en el momento del aterrizaje. Al parecer, tomó el avión para desplazarse junto a otros tres compañeros de TVE hasta Kuwait City y llegar así a Irak.

El periodista relató que en un momento de ese vuelo se dirigieron a los compartimentos de la tripulación para pedir comida, algo que no consiguieron, y comprobaron la existencia de varias botellas de licor vacías. "Olía a whisky que tiraba para atrás", señaló tras su declaración, a las puertas del juzgado, el periodista, que también explicó que las ruedas del aparato presentaban un "estado lamentable" porque "sobresalían unos hierros con los que malamente el avión podía frenar". Según dijo, durante el aterrizaje dos camiones de bomberos se colocaron a ambos lados del avión en previsión de un accidente.

También contó que durante una escala técnica que realizaron en la base de Morón de la Frontera (Sevilla), un mecánico arregló un manómetro que marcaba cero "dándole cuatro golpes con una maza de goma". Ante el juez también compareció la diputada socialista Carmen Sánchez, que presentó el 1 de abril de 2003, dos meses antes del accidente, una pregunta escrita dirigida al entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, en la que le interpelaba por el estado de un avión bielorruso utilizado para el traslado de tropas, cuyo acta entregó al magistrado.

"AVIONES BASURA"

En dicho acta se mencionaba el "malestar que existe entre el personal español que debe coger ese avión, ya que las condiciones del mismo no parece que sean las más óptimas", el 7 de abril de 2003. "Las preguntas que formuló nos llegaron el 7 de abril y las trasladé al JEMAD, como responsable operativo de las misiones internacionales de las Fuerzas Armadas, y al jefe del Estado Mayor Aire, que nos respondieron que hasta ese momento nadie había puesto en entredicho la seguridad ni había manifestado el malestar que usted señalaba", señaló Trillo. Basándose en ese documento, Sánchez aseguró que "el malestar lo conocían el ministro de Defensa y los mandos militares".

De igual modo, trasladó al juez las "quejas" que "oficiales jefes y suboficiales del Ejército del Aire" le trasladaron antes del accidente por los "aviones basura" que tenían que coger. Así, relató que militares que se vieron obligados a tomar aviones como el Yak-42 comprobaron cómo algunas tripulaciones dormían en el avión a pesar de sufrir temperaturas inferiores a los 40 grados bajo cero, que las cartillas de vuelo de los aparatos se encontraban "caducadas" o que los responsables tenían problemas para pagar el combustible con sus tarjetas de crédito por el temor en las bases militares de que no tuvieran fondos.