Fermín Bocos.- Del "Azor" al "Falcon"

MADRID 30 May. (OTR/PRESS) -

En política, todo vuelve. Un verano, hace treinta años, a Felipe González se le ocurrió salir a pescar en el "Azor", el yate de Franco; un barco que al morir el dictador había pasado a Patrimonio Nacional. La nave era de propiedad pública y como presidente del Gobierno pensó que al utilizarlo estaba proyectando un mensaje de normalidad institucional como ocurría con el Palacio de El Pardo, transformado en residencia oficial de los jefes de Estado que visitaban España.

No todos lo entendieron en ese registro. La polémica fue grande. Acre, incluso. La izquierda protestó y la derecha clamó. Felipe -que tenía el viento de la Historia a favor y doscientos dos diputados en el Congreso en primer tiempo de saludo-, rectificó y no volvió a embarcarse en el "Azor". Comprendió que en el plano de lo simbólico hay actos o gestos que hieren la sensibilidad de una parte de la población. Aquello de la estética del presente que es la fábrica de la ética del mañana.

Salvando las distancias -que son muchas y, en todos los registros, si comparamos a Felipe con Zapatero- la polémica nacida estos días por el "Falcon" que utiliza el presidente del Gobierno para acudir a mítines del PSOE, me ha recordado el caso del "Azor". González escuchó el decir de la gente y rectificó. Pese a que eran aquellos tiempos de especial saña terrorista -hubo años en los que la ETA asesinó a más de cien personas-, durante las campañas electorales no utilizaba los aviones del Ministerio de Defensa para acudir a los mítines del PSOE.

El 18 de febrero de 2005, el Ejecutivo que preside Rodríguez Zapatero aprobó un "Código de Buen Gobierno" que, entre otras cosas, obliga a los gobernantes a no mezclar lo público con lo privado y a ser neutral -políticamente hablando- en la utilización de los recursos del Estado. También habla de un compromiso de austeridad. Pues eso.