Rafael Torres.- La buena poli mora

MADRID 14 Ene. (OTR/PRESS) -

La principal diferencia entre la nueva jefa provincial de Jaén de la Policía Nacional, la comisaria melillense Layla Dris Hach-Mohamed, y los tipos que la insultan en las redes sociales, particularmente en X, por sus orígenes magrebís y acaso también por ser mujer, es que Layla Dris Hach-Mohamed honra a su país, España, en tanto que sus ágrafos debeladores lo arrastran por el suelo. Y dentro de esa diferencia se halla la circunstancia de que mientras Layla ha dedicado su vida profesional a velar por la seguridad, el bienestar y la convivencia de los españoles, quienes han recibido su nombramiento a los gritos de "mora invasora apestosa" o "puta mora", parecen dedicar su vida a todo lo contrario, esto es, a promover el odio, el cretinismo y el enfrentamiento.

Layla Dris Hach-Mohamed, española de Melilla, posee, a diferencia de quienes vomitan contra ella su violenta ignorancia, una vasta cultura, y no sólo porque tiene tres carreras, Óptica y Optometría, Ciencias Policiales y Derecho, sino porque es una lectora empedernida y le aprovecha cuanto lee para ser cada día mejor persona y, en consecuencia, mejor policía. En La Alhambra y El Generalife, las joyas que protegió durante dos años del vandalismo desde su cargo policial, buscaba, en su tiempo libre, algún rincón sombreado para sumergirse en las fantasías de Washington Irving y entender mejor, así, la clase de maravillas que custodiaba.

Layla Dris Hach-Mohamed es una de las policías mejor preparadas de España, y su pericia demostrada va a la par con su talento y su humanidad. Otra diferencia respecto a los piernas que la tachan de agente de Marruecos o de infiltrada en pos de la "islamización de Europa", peritos en soeces mamarrachadas, sin talento ni humanidad. Layla, que dirigió la misión española de la ONU en Haití, o que, por nombrar sólo otro jalón de su carrera, dejó un entrañable y agradecido recuerdo en Andújar, honra a su país, España, a los españoles y a la Policía Nacional. Se llama Layla, es una mujer, es madre, es de Melilla y tiene, como tantos melillenses, raíces magrebís. Quienes la ultrajan en redes, sólo tienen furor y ruido en la cabeza.