Rafael Torres.- El más peligroso

MADRID 7 Nov. (OTR/PRESS) -

Los británicos, pese a ser primos de los estadounidenses, o por eso mismo, están horrorizados con la deriva del Imperio norteamericano: la mayoría considera que George Bush es el segundo tipo más peligroso del mundo, y, desde luego, el más peligroso para el mundo. El primero, Osama Bin Laden, pese a ser considerado por los ciudadanos del Reino Unido algo más peligroso, lo es mucho menos, lógicamente, por su menor poder destructivo respecto al titular de la Casa Blanca, pero si eso es lo que piensan sus parientes y aliados, ¿qué no ha de pensar el resto de la humanidad, particularmente la parte de ella que es víctima directa de su brutalidad y sus desafueros? Ahora bien; en el reducto del mundo sobre el que infausto personaje ancla su poder, esto es, su gran patria chica, los Estados Unidos de Norteamérica, también empieza a dispararse la estadística de la opinión que le es adversa.

Para los norteamericanos, el mundo es un territorio impreciso, confuso, lejano, que sólo cobra identidad y contorno cuando lo invaden, pero aún en ese caso la identidad del país descubierto se corresponde, si ese país se resiste a la invasión y al despojo, con la de un territorio lleno de malos y de terroristas que no comprenden los beneficios de la muerte y de la ruina que amablemente se les lleva. Sin embargo, mal que bien los americanos tienen conciencia y algún conocimiento de su propio país, y cuando las villanías se las hacen a ellos como se las hace este Bush que manda a los negros y a los pobres a morir a los desiertos ignotos, y que impone la censura más desapiada y brutal contra el cine, la prensa y hasta contra algo tan americano como la música "country", complaciéndose en la destrucción a lo talibán de los discos de un famoso grupo que osó criticarlo, entonces los americanos pueden llegar a pensar lo mismo que sus primos los ingleses. A pensar, en suma. Y esa es la esperanza.

Rafael Torres.