Broken Age (análisis): recordando viejos tiempos

Actualizado: miércoles, 29 abril 2015 11:13
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Foto: BROKEN AGE

MADRID, 29 Abr. (Mario Jiménez/Portaltic) -

   Los que amamos los videojuegos le debemos muchas cosas a Tim Schafer, sobre todo si nos gustan las aventuras gráficas, y más aún si nuestros comienzos fueron delante de un PC 386 que nos hacía alucinar con juegos como Maniac Mansion, Monkey Island o, más tarde, Grim Fandango.

   Los 90 fueron los años dorados para este género que desde entonces ha ido en declive, también porque los gustos de los jugadores actuales son otros. Por suerte, existe Kickstarter y gente como Double Fine que siguen teniendo claro que Schafer es un genio y que siguen siendo necesarios títulos como estos.

   Han sido casi tres años de desarrollo; primero, recaudando el dinero a través de la plataforma de 'crowfunding' (en un principio se solicitaron 400.000 dólares y al final se llegaron a conseguir casi 3,5 millones); luego, poniendo sobre el papel la idea y después puliendo el resultado hasta casi la perfección (llegando a dibujar a mano los escenarios, porque no les convencía el diseño por ordenador). De hecho, el juego se ha lanzado en dos tiempos, pudiendo acceder ahora a la versión completa .

   Los primeros en recibir el 'Act 1' fueron los PC en enero del año pasado, luego llegó a dispositivos móviles. Ahora, año y medio después, ha aterrizado el juego entero a todas las plataformas, incluyendo las consolas de nueva generación, que es donde nosotros lo hemos probado.

VIDAS PARALELAS

   Broken Age recupera el encanto de las aventuras gráficas de finales del siglo XX, con ese estilo tan reconocible que es toda una delicia para los fans del género. Es decir, que no se limita solamente a explorar zonas sin fin mientras hablamos con personajes y recogemos objetos. Tiene una historia detrás, un argumento muy interesante y puzles que te hacen darle al coco un buen rato hasta que encuentras la manera de resolverlos.

   Tiene una apuesta importante, como no podía ser de otra manera siendo Tim Schafer el guionista, por el humor. Los diálogos, que son muy buenos, están cargados de ironía y de golpes que te hacen soltar carcajadas cuando menos te lo esperas. Del mismo modo, el diseño a todos los niveles es excelente, con una banda sonora maravillosa y un apartado gráfico cautivador, lleno de colorido y detalle, lo que demuestra que no siempre son necesarios unos gráficos ultrarrealistas para conquistar al jugador.

   Hay que reconocer que esperábamos más del argumento, que si bien es trepidante en lo que sería el 'Acto 1', decae bastante en el segundo. La narración pierde interés y el final no está a la altura. De hecho, se repiten situaciones y escenarios mucho más de lo que cabría esperar. Es como si, de repente, se les hubieran agotado las ideas. Por suerte, no desluce demasiado al conjunto, así que por esta vez se lo perdonamos.

   La historia se centra en la vida de dos personajes, Vella y Shay, un par de jóvenes que no tienen absolutamente nada que ver, pero que al final terminan siendo complementarios. Ella lleva una vida más "tradicional" en una familia "clásica" y su destino es ser sacrificada siguiendo un rito ancestral para apaciguar a un horrible ser que de lo contrario destruiría su aldea. Él pasa las horas en una nave espacial controlada por una inteligencia artificial que hace las veces de madre sobreprotectora y que le deja poco margen para la improvisación. En común, que los dos están hasta las narices de sus vidas, por lo que se ponen manos a la obra para salir de la monotonía y saltarse las reglas establecidas.

   A nivel jugable podemos elegir a cualquiera de los dos desde el inicio. Las historias, durante la mayor parte del juego, son independientes, por lo que lo que hagamos con uno, salvo al final, no afectará al otro. No es que haya grandes diferencias en el planteamiento, pero sí en la historia, que es completamente diferente para cada uno de los dos. En este sentido, es una lástima que no se haya optado por la opción de combinar a ambos personajes todo el tiempo, ya que la aventura habría ganado mucho, tal y como sucede en el tramo final, cuando es necesario alternarlos para avanzar, ya que si uno no consigue desbloquear ciertos puzles, el otro no puede continuar.

CÓMO ENCARAR "BROKEN AGE"

   Lo primero que hay que decir es que este análisis se ha hecho con la versión completa, lo cual influye mucho en el resultado. Sabemos que hay muchos usuarios que han quedado un poco defraudados con el 'Acto 2', pero eso tiene una explicación sencilla: el' Acto 1', que se lanzó de manera descargable hace más de un año, era prácticamente sublime y dejaba la historia en un punto muy alto, dando a entender que la continuación iba a ser igual de espectacular. Ya hemos mencionado que la calidad baja en general en la segunda parte y que la historia pierde gran parte de la emoción, por eso creemos que es importante valorar el juego como un todo. Y más ahora que está disponible la versión completa.

    La adaptación al mando de PlayStation 4 (plataforma que hemos utilizado para el análisis) es perfecta. Teniendo en cuenta que las aventuras gráficas van unidas intrínsecamente al ratón de ordenador, se agradece mucho que esa transición se haga tan suavemente a la consola. De hecho, no se echa de menos el ratón ni se ha perdido nada en la experiencia jugable. Todo es intuitivo, sencillo y rápido de ejecutar.

   También hay que tener presente que el mundo de Tim Schafer es muy particular. Desde luego, nadie puede poner en duda su inagotable imaginación y su enorme talento, pero seguro que su forma de llevarlo todo a la práctica no convence a todo el mundo. También es verdad que en el caso de Broken Age no tenemos al Schafer más puro, ya que ni los puzles son excesivamente complicados ni el argumento tiene tantos giros de guión como suele ser habitual en él (quizás él mismo sea consciente de que la forma de jugar ha cambiado y por eso hace concesiones), pero aún así, no será un título que satisfaga a todos. Seguramente a los fans de las aventuras gráficas más puras se les quede un poco justo, mientras que a los jugadores más "hardcore" les parezca algo infantil.

   Con esto no queremos decir que Broken Age sea mal juego, ni muchísimo menos. Es muy bueno, de esos que te hacen disfrutar y ante los que te descubres anonadado admirando los escenarios. Son más o menos 12 horas de disfrute, con altibajos, pero de disfrute. Uno se encariña con los personajes y deja el mando pensando en cuándo volverá a tener un rato para cogerlo de nuevo. Si tienes un mínimo de sensibilidad vas a saber apreciar el gusto exquisito con que están hechas las cosas y sin duda valorarás que aún haya estudios y desarrolladores que le pongan mimo a los juegos.

   No es necesario apelar a la nostalgia de títulos como Monkey Island o Broken Sword para echarle el guante a este juego. Es tan sencillo como tener ganas de pasarlo bien, relajarse ante un desarrollo casi impecable y disfrutar de una historia bien elaborada.