MADRID, 9 Oct. (EDIZIONES/Portaltic) -
Hablar de la saga Final Fantasy es hablar de historia viva de los videojuegos. A pocas semanas de la llegada de Final Fantasy XV al mercado, el director de esta última entrega, Hajime Tabata, visita el Barcelona Games World y nos cuenta algunos detalles interesantes de uno de los títulos más esperados del año.
Estamos ante una de las sagas más importantes de la historia de los videojuegos. ¿Sientes que tienes una responsabilidad enorme sobre tu espalda?
En el aspecto de la historia y el argumento sentía esa responsabilidad. Pero mi misión principal era devolver Final Fantasy a la primera línea del mundo de los videojuegos y ahí he centrado la mayor parte de mis esfuerzos. Esa ha sido mayor presión. Aunque es evidente que otra de las cosas importantes era responder a las expectativas en una franquicia tan querida como Final Fantasy.
¿Cuáles han sido tus Final Fantasy favoritos y cuáles has tomado como referencia a la hora de preparar esta nueva entrega?
Es muy difícil decantarse por alguno de ellos. Lo mejor es no centrarse demasiado en uno, sino en toda la serie para poder crear cada vez algo verdaderamente nuevo y original. En cualquier caso, sí que es cierto que la serie que más impacto tuvo fue Final Fantasy VII y me gustaría imitar algunos aspectos para que tuviese un éxito similar.
Ya se confirmó que la historia de Final Fantasy XV serán 10 años en la ficción ¿en cuántas horas de 'gameplay' delante de la videoconsola se traducirán?
Efectivamente, se pueden llegar a los diez años en la ficción, pero eso es anecdótico. El objetivo no es reflejar el paso de los de años sino hacer que los personajes crezcan, mostrando esa evolución en el juego. En cuanto al 'gameplay', para terminar el juego serán necesarias unas 40 o 50 horas, aunque si el jugador se recrea en otros aspectos del juego se podrían llegar a las 100.
Los jugadores viven la historia con intensidad. Pueden hacer fotografías en el propio videojuego, grabar, compartir sus logros. ¿Está pensado el juego como un gran viaje?, ¿puede llevar a gente a evadirse incluso de la realidad?
Realmente el objetivo es ofrecer una nueva experiencia al usuario. Es cierto que a veces la vida es complicada, que el trabajo nos cansa, que tenemos problemas... Pero la solución no es huir de eso sino afrontarlo con motivación. He escuchado testimonios de gente a la que saber que Final Fantasy XV va a salir al mercado les da fuerzas. Eso es algo muy importante para mí a la hora de desarrollar el juego.
Se trata de un juego de acción, de estrategia ¿Cuál sería la mejor forma de definirlo?
Es como el fútbol español: un espectáculo. Es broma... Lo que me enorgullece es que es un RPG con la tecnología más puntera y hecho en Japón. Así lo definiría.
Hay mucho fieles a la saga a los que no hace falta convencer, pero ¿cómo pensáis atraer a los nuevos jugadores?
El encanto de Final Fantasy para los que aún no lo conocen es que crea una historia épica, con personajes muy trabajados y un entorno, una historia y unos combates espectaculares. En definitiva, un universo de lo más completo. No es solo para 'fans' de la saga, sino que tiene como objetivo atraer a nuevos jugadores. Por eso tiene una perspectiva un poco distinta, permitiendo al usuario jugar y moverse con total libertad.
¿Cómo has vivido el recibimiento en España? ¿Tienes alguna noción sobre cómo son los seguidores españoles de la saga? ¿Notas diferencias con el continente asiático?
Comparado con los jugadores japoneses, que conciben el juego como un artículo de consumo, simplemente para disfrutar y pasar el rato, me da la sensación de que en España se valora desde su vertiente más artística y cultural. Le dan esa dimensión más allá del puro entretenimiento. Eso es lo que noté al presentar el juego en la feria. Fue una gran experiencia.
¿El final del videojuego logrará emocionarnos?
Para mi el 'ending', el final de una historia, es muy importante. Es como la recompensa para el usuario después de jugar tantas horas. Deben quedar satisfechos. Estoy convencido de que hemos conseguido crear un final a la altura del juego. Estoy muy satisfecho.
