Científicos proponen la zona marítima del Delta del Ebro como área de restricción pesquera por su riqueza ecológica

Pennatula - Pluma marina en la zona marítima frente al Delta del Ebro.
Pennatula - Pluma marina en la zona marítima frente al Delta del Ebro. - GIORGIO CAVALLARO
Publicado: jueves, 24 marzo 2022 13:48

   MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Un reciente trabajo científico, desarrollado por ONG y el CSIC en colaboración con pescadores locales, ha detectado la riqueza ecológica del área marítima del Delta del Ebro y proponen que esta se declare como zona de restricción pesquera.

   La ecóloga marina de la Fundación ENT Lydia Chaparro ha destacado que la zona marítima exterior del Delta del Ebro podría ser una de "las mejores candidatas" para convertirse en una nueva Zona de Restricción Pesquera en el Mediterráneo debido a la gran riqueza ecológica que presenta", ya que se ha documentado la presencia de especies vulnerables que requieren protección. Por ello, insta al Gobierno a establecer "sin demora" medidas "urgentes de gestión pesquera en la zona más allá de las que ya existen.

   La investigación, publicada en la revista 'Fisheris Research' expone como la experiencia de los pescadores locales puede contribuir a conocer mejor los recursos marinos y contribuir a establecer mejores medidas de gestión y protección. En el marco del estudio se realizaron entrevistas a numerosos pescadores que faenan en la zona marítima frente al Delta del Ebro, con el fin de evaluar la percepción de los pescadores con respecto al estado de los recursos marinos demersales, es decir, sobre el estado de las especies que viven en el fondo marino.

   En concreto, se analizó la percepción de estos sobre el arrastre de fondo desde los años 80 y han identificado áreas de pesca históricas donde especies y Ecosistemas Marinos Vulnerables -como el coral bambú y plumas marinas-, todavía están presentes. El estudio analizó la zona comprendida entre Capo de Salou (Tarragona) y Castellón de la Plana (Castellón), en un área marina que cubre una extensión de unos 7.000 kilómetros cuadrados y presenta un rango de profundidad de 40 a 900 metros.

   El método de conocimiento ecológico local puede contribuir a mejorar la información histórica disponible y conocer la tendencia de especies de gran interés comercial para la flota, en este caso de arrastre de fondo cercana al Delta del Ebro, cuyas especies objetivo son la merluza, los salmonetes, los langostinos, o las galeras, y sobre las cuales no siempre existen evaluaciones científicas cuantitativas sobre el estado de los recursos explotados.

   En la investigación han colaborado investigadores de la Fundación ENT y de MedReAct, y que ha contado con la participación de investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), ha documentado cambios importantes en la abundancia de especies. Por ejemplo, desde la década de los 80 hasta la actualidad la galera y el salmonete de fango han sido las dos especies que más han aumentado, mientras que la merluza y la caballa han sido las que más han disminuido. Un dato que concuerda con las evaluaciones científicas disponibles.

   Asimismo, concluye que en una zona marítima frente al Delta del Ebro destaca sobre el resto (denominada Área 4 en el estudio) por mostrar una aparente relevancia en cuanto a la presencia de Ecosistemas Marinos Vulnerables, tanto en el pasado como en la actualidad. Concretamente, los pescadores entrevistados han destacado que aunque se ha reducido notablemente la captura incidental de especies de corales, en esta área todavía se detecta una presencia significativa de varias de estas especies vulnerables, en especial de plumas de mar y en menor medida de otros corales como el coral bambú.

   La investigadora del ICM-CSIC Marta Coll, coautora del estudio, argumenta que la falta de información biológica y ecológica perjudica la gestión de las pesquerías y la implementación de la gestión basada en el ecosistema. Coll ha explicado que explorar el uso del conocimiento ecológico local de los pescadores como fuente adicional de datos para reducir la brecha de conocimiento científico existente, ha permitido aumentar el conocimiento sobre el estado y la distribución espacial de especies y ecosistemas vulnerables que se deberían proteger.

   Los autores recuerdan que el objetivo 30X30 de la UE incluye la meta de proteger de manera eficaz el 30% de las zonas marinas de aquí a 2030 y como el establecimiento de zonas de restricción pesquera pueden contribuir efectivamente a cumplir con dicho objetivo.

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