50 entidades se concentrarán en Barcelona para mostrar la indignación ciudadana ante la corrupción

BARCELONA 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

Una cincuentena de entidades ciudadanas han convocado para el próximo sábado una concentración en la plaza Sant Jaume de Barcelona contra la corrupción y la impunidad que según ellos han destapado los casos de desvío de dinero del Palau de la Música y el caso Pretoria en Santa Coloma de Gramenet y otras localidades del área metropolitana de Barcelona.

Bajo el lema 'Contra la corrupción y la impunidad: movilización popular en defensa del bien público' las entidades reclamarán "responsabilidad, honestidad y transparencia a la gestión pública", con más mecanismos de control, y que se devuelva el protagonismo a la ciudadanía.

Entre los convocantes están la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), el Observatori Desc, Justícia i Pau, Fundació Pere Ardiaca, ATTAC-Catalunya, Sodepau, Federació Catalana de ONG per al Desenvolupament (FCONGD), CC.OO. de Catalunya, así como entidades de barrios afectados por los casos de corrupción y otras entidades, aunque no han permitido que estuvieran partidos políticos.

El vicepresidente de la FAVB, Albert Recio, explicó que el objetivo de la manifestación es mostrar en primer lugar la "indignación ciudadana", evitar que los partidos acaben con acuerdos y que tapen el tema como "ha pasado otras veces", para que "esto sea el inicio de un cambio".

"Nuestra presión debe ser sobre el sistema judicial para que los delincuentes acaben con sentencia, y una presión sobre los políticos para que esto no vuelva a pasar", dijo recio, que pidió que se mejoren los sistemas de control y que estos se apliquen.

La portavoz del Observatori Desc de los derechos sociales Ada Colau dijo que "es un sentir compartido" en la sociedad civil que estos casos no son hechos aislados sino que se trata de un problema de un modelo que sólo busca obtener "el máximo beneficio", aunque los beneficiarios de éste hayan sido solo "unos pocos".

Según ella, es necesaria una política de participación efectiva, que no será valida si solo llega desde arriba, y un cambio en los mecanismos de participación que incorpore a los colectivos más vulnerables.