MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
La portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gabriela Bravo, reconoce que la incapacidad mostrada del órgano del que forma parte a la hora de aprobar el informe que se le encomendó sobre la nueva Ley del Aborto le generó "mucha frustración", aunque insiste en que se trabajó a fondo y que no puede hablarse en este caso de dejación de funciones por parte del órgano de gobierno de los jueces.
"Yo hubiese deseado cumplir con una de las funciones que considero que es importantísima, que es la función consultiva que corresponde al Consejo -señaló Bravo-, nuestra responsabilidad pasaba por haber sido capaces de concitar voluntades suficientes para poder aprobar un acuerdo".
En una entrevista concedida a Europa Press, la portavoz del CGPJ matiza, no obstante, que la imposibilidad de remitir un informe al Ejecutivo (se elaboraron dos totalmente contradictorios entre sí, pero ninguno obtuvo votos suficientes) no significó dejación de responsabilidades "porque se trabajó mucho y bien en los dos informes, que aunque fueran contradictorios y partieran de premisas absolutamente antagónicas". Añadió que su elaboración no era imprescindible para que el Anteproyecto llegara al Parlamento.
