El cambio de hora afecta "considerablemente" a las personas y trae "más costes" que ahorro, según un neurofisiólogo

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

El cambio de hora que se llevará a cabo en la madrugada del domingo día 30 afectará "considerablemente" a las personas, en general, y en mayor medida a los insomnes, al descontrolar "el reloj interno", según aseguró el neurofisiólogo --que estudia la fisiología del sistema nervioso-- del Hospital Clínico de Santiago Manuel Peleteiro.

En declaraciones a Europa Press, el doctor Peleteiro se mostró contrario al cambio de hora --a las 2.00 horas del domingo serán las 3.00 horas por el horario de verano-- porque, además de los trastornos de salud que conlleva, "trae más costes que el ahorro energético".

Así, explicó que el reloj interno "lo controla la luz" y puntualizó que los gallegos "van forzados con respecto al sol", que es el que marca el ritmo, según precisó. "Había que ir al trabajo a las 9.00 y no a las 8.00 porque tenemos que ajustarnos a la naturaleza lo máximo posible", aseveró.

Con respecto a los costes económicos, Peleteiro señaló que "no salen las cuentas" porque "hay el mismo gasto en electricidad", pero advirtió del gasto generado por los accidentes laborales y de tráfico, además del incremento del consumo de medicamentos --como somníferos-- que puede provocar la descompensación del sueño.

IRRITABILIDAD.

El neurofisiólogo comentó también que al estar somnoliento las personas pueden ser "más torpes" y tener un tiempo de reacción "más lento", lo que puede motivar, entre otras situaciones, "enfados en el trabajo, con la pareja o la familia".

Asimismo, afirmó que el problema de sueño derivado del cambio de hora puede "afectar al humor de la personas" y causar "irritabilidad". Sobre todo, insistió en la incidencia sobre las personas insomnes --un 10% de la población--. "Afecta a cada individuo en función de la calidad de su sueño", dijo.

ADAPTACIÓN.

Ante esta situación, el doctor Peleteiro recalcó, en declaraciones a Europa Press, que "no hay más solución que acostarse un poco más temprano" para adaptarse al cambio horario, sobre una media hora antes de lo habitual, según matizó.

Al respecto, manifestó que "no hay más consejos" y estimó entre uno y dos días el tiempo para adaptarse al cambio de hora, mientras que en el caso de insomnes se puede prolongar hasta un mes "o más", dependiendo del caso de cada uno. "A las personas que duermen seis horas le afectará poco, pero a las que necesitan ocho horas o más, sí lo notarán bastante", concluyó.