MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente portavoz del grupo parlamentario de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), Cayo Lara, ha presentado en el Congreso, junto al analista de política internacional y vicepresidente del Consejo Asesor del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Jean Ziegler, una iniciativa parlamentaria para luchar contra el hambre en el mundo.
Zeagler ha resaltado así que "el hambre tiene un cierto parentesco con el crimen organizado", al mismo tiempo que ha tachado esta iniciativa de "histórica" para los Parlamentos europeos.
Así, en esta proposición no de ley se propone al Gobierno el impulso de una regulación adecuada para poner fin a los paraísos fiscales y perseguir la evasión fiscal para reducir la inestabilidad que producen en las economías y la pobreza que crean en todos los países.
Además, se plantea el desarrollo de las medidas políticas y presupuestarias necesarias para cumplimentar y ayudar a la consecución de los Objetivos del Milenio, y específicamente, al aumento de la contribución española para alcanzar en Ayuda al Desarrollo el 0,7 por ciento de la renta nacional bruta o RNB en 2015.
Igualmente, insta al Ejecutivo a que, en los organismos internacionales en los que esté representado, se plantee la reforma en profundidad de las instituciones internacionales, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio, entre otros, para hacerlas más democráticas y participativas y para lograr que la seguridad cooperativa a nivel mundial sea un hecho.
Promover la implantación de un impuesto a las transacciones financieras internacionales (ITF) como herramienta de regulación, de redistribución y, en su caso, de sanción contra los mercados financieros, cuyo papel sería la búsqueda de la justicia económica global a través de su función, tanto reguladora de la actividad económica, como redistributiva de recursos a nivel global, es otra de las propuestas.
UN PROBLEMA QUE PERSISTE
En la exposición de motivos de la iniciativa, la Izquierda Plural apela a la "terrible hambruna" que se desató en 2011 en el Cuerno de África y que ha amenazado las vidas y los medios de subsistencia de más de doce millones de personas, especialmente en Somalia, Yibuti, Etiopía y Kenia, aunque la situación se extendió a Sudán y a ciertas regiones de Uganda.
Aunque señala que la situación estaba mejorando "ligeramente" en la región, gracias la acción humanitaria y a las lluvias que tuvieron lugar a finales de 2011, ocho millones de personas siguen recibiendo atención humanitaria y la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha lanzado una alerta porque el pronóstico para la próxima temporada de lluvias parece indicar que lloverá menos de lo previsto.
La crisis está lejos de solucionarse y en los últimos meses se ha extendido a ocho países del Sahel, donde se calcula que hay aproximadamente 15 millones de personas en riesgo grave de inseguridad alimentaria.
En este sentido, explica que, en el derecho internacional, el derecho a la alimentación se define como el 'derecho a tener un acceso regular, permanente y libre, sea de un modo directo, o bien por medio de compras monetarias, a un alimento cualitativamente y cuantitativamente adecuado y suficiente', que se corresponda con las tradiciones culturales del pueblo de procedencia del consumidor, y que garantice una vida psíquica y física, individual y colectiva, libre de angustias, satisfactoria y digna.
"La situación actual de crisis económica y financiera que sufre occidente, como consecuencia de las políticas neoliberales aplicadas por los gobiernos y los organismos internacionales, no puede ser un obstáculo para plantear medidas de lucha contra el hambre, que sólo pueden ser efectivas si se reforman en profundidad las instituciones internacionales que hasta el momento no han hecho ningún esfuerzo serio para ir disminuyendo esta lacra", agrega la Izquierda Plural.
