Una organización que trabaja en Haití aboga por democratizar la economía del país a través de las mujeres

Actualizado: miércoles, 16 noviembre 2011 17:50

VALLADOLID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

Fonkoze, una "agencia para aliviar la pobreza" que trabaja en Haití, aboga por democratizar la economía de este país a través de las mujeres, un colectivo que puede salir de la pobreza extrema y participar en el desarrollo de su propio país.

Así lo ha defendido este miércoles el director de dos de los programas de Fonkoze, Gauthier Diedonne, que ha expuesto la actuación de su organización en el país haitiano en el marco de una de las sesiones plenarias programadas en la V Cumbre del Microcrédito que se celebra en Valladolid.

Según ha explicado Diedonne, el programa de acción de Fonkoze en Haití, "el país más pobre del hemisferio occidental", tiene como principal objetivo reinstaurar la dignidad humana de unas personas que viven en la pobreza extrema (4 de cada 8 habitantes) a las que se selecciona "deliberadamente" para que se introduzcan en lo que la organización define como "el camino hacia una vida mejor".

El plan de acción de Fonkoze está dividido, a su vez, en cuatro programas que se suben a modo de "escalera hacia la salida de la pobreza" cuyo primer peldaño, el más bajo, 'camino hacia una mejor vida', es para las personas sin recursos y "ultrapobres" a las que se ayuda con activos básicos, como pollos y vacas, que puedan aliviar la "búsqueda desesperada diaria de comida" y que las permita crear capacidades para mejorar sus recursos y poder atender a sus familias.

Este primer programa, al que precede un breve periodo de formación, dura 18 meses tras los que se realiza una evaluación con unos resultados de éxito del 96 por ciento, según ha asegurado Gauthier Diedonne, que ha valorado el trabajo con las mujeres y su esfuerzo y compromiso por pagar a tiempo y por mantener su promesa de ir hacia delante.

El siguiente escalón del plan de actuación de Fonkoze, para "los más pobres entre los pobres", dura seis meses y le siguen sendos créditos, de solidaridad y de desarrollo empresarial, para los que se precisa un aval en efectivo.

TERMINAR LA ESCALERA

"Mi sueño es poder ver un día una antigua alumna arriba del todo y se hará realidad algún día porque estas mujeres tienen una voluntad de hierro que no tiene pausa", ha confesado Diedonne, que ha recordado que a finales de 2010 la organización llegó a las 50638 personas con crédito, cifra que esperan que llegue a las 60.000 en 2011 y a las 80.000 en 2012.

Además de esos créditos, se han captado ahorros de 234.312 personas que llegarán a las 300.000 en 2012 aunque sus promedios de fondos cae año a año ya que Fonkoze ha logrado involucrar a más pobres entre los pobres de las zonas rurales.

Diedonne ha puesto sobre la mesa otros servicios de esta organización, como seguros de vida o remesas en formas de divisa que fue "muy necesario" tras el terremoto que arrasó este país y que permitió que Fonkoze fuese la primera entidad en estar operativa para hacer llegar el dinero llegado desde otros países y continentes, según ha relatado el director de programas.

Según sus datos, el porcentaje de autosuficiencia ha alcanzado el 84 por ciento y se espera cerrar 2011 con un 102 por ciento para llegar al 112 por ciento en 2013.

Fonkoze fue fundada en el año 1994 por un padre católico que optó por crear un banco para que las mujeres pobres de Haití pudieran emprender negocios pequeños con los que sustentar a sus familias.

'NO CREEMOS EN EL FRACASO'

"Nosotros no creemos en el fracaso porque cuando entras en la vida de alguien depende de tí, vives su vida", ha sentenciado el director de programas de Fonkoze, que ha reconocido que tras el terremoto de Haití se ha producido un regreso de la gente de la ciudad a los pueblos que han cambiado algo sus expectativas en estos programas ya que están acostumbrados a vivir más deprisa.

Por su parte, Lauren Hendrich, de 'Accest África', ha presentado una campaña global de microcréditos cuyo objetivo es llegar a 13 millones de personas del África subsahariana por ser "el continente con más personas excluídas de los servicios financieros y con mayor porcentaje de pobreza extrema".

Su programa de actuación, 'VSLA', se basa en grupos de ahorro formados mayoritariamente por mujeres y dirigidos por las propias comunidades, lo que favorece una mayor flexibilidad, que luego piden fondos prestados. "Se financian con sus propios fondos", ha precisado Lauren Hendrich, que ha indicado que también hay un fondo social que se revisa cada semana para cubrir emergencias.

Las personas que se suman a estos grupos de ahorro están vinculadas a los mismos por un plazo de entre 8 y 18 meses tras el que se reparten todos los intereses conseguidos sobre los créditos con "un retorno bastante alto" que les permite hacer una inversión de golpe, "algo muy valioso para ellos", ha explicado.

"No permite un ahorro a un plazo o importe muy alto porque es una cuenta de compromiso con la comunidad", ha aclarado Hendrich, para quien el principal reto de este programa de actuación es hacer frente a las distancias de la población a los instrumentos financieros tradicionales y a unas regulaciones muy ambiguas.

Lauren Hendrich ha significado la importancia de este programa, que no presta dinero, para llegar a lugares extremadamente pobres y para alcanzar a las mujeres de las zonas rurales de 27 países en los que la organización ha conseguido "mapear" el perfil de pobreza de cada estado.