Emprende rumbo a la Catedral compostelana tras las audiencias de Benedicto XVI con los Príncipes, Rubalcaba y Feijóo
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Benedicto XVI ha roto el protocolo y ha accedido a que le acercasen a tres bebés de cortas edades para poder bendecirles cuando ya estaba en el interior del 'papamóvil' para desplazarse desde el aeropuerto compostelano de Lavacolla a la Catedral de Santiago.
Unas personas que estaban en el aeropuerto para dar la bienvenida a Su Santidad le acercaron al 'papamóvil' un primer bebé, que el secretario personal de Benedicto XVI introdujo por la ventanilla del vehículo, que ya estaba abierta, para que el Papa pudiese bendecirle. Hasta otros dos niños de corta edad también recibieron la bendición directamente del Sumo Pontífice.
Benedicto XVI ha emprendido a las 12.20 horas su recorrido en 'papamóvil' por las calles compostelanas hasta la Catedral tras mantener sendas audiencias privadas con los Príncipes de Asturias, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Las breves audiencias con las autoridades se desarrollaron en una sala especial habilitada en Lavacolla para este tipo de reuniones privadas, después de la bienvenida dada por Don Felipe de Borbón y de la primera intervención del Papa ante los invitados congregados en el aeropuerto compostelano.
Benedicto XVI también recibirá en Santiago, como es tradicional en sus viajes, al líder de la oposición, el presidente del PP, Mariano Rajoy, pero será tras la finalización de la Eucaristía en la Praza do Obradoiro y antes de partir hacia Barcelona.
En el 'papamóvil' acompañan a Su Santidad su secretario personal y el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, durante el trayecto de 11 kilómetros que separan el aeropuerto de la Catedral. El vehículo que permite a los fieles ver al Sumo Pontífice circulará a una velocidad de entre 20 y 30 kilómetros por hora, desde donde va saludando a las personas que han ubicado en los márgenes del camino.
A la salida del vehículo, que va permanentemente escoltado por en torno a 40 vehículos, los aplausos de los en torno a 600 invitados despidieron a Benedicto XVI.
