ROMA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha pedido que la Iglesia dialogue "sin miedo" sobre los grandes temas contemporáneos y que sepa traducir a un "lenguaje abierto a las nuevas generaciones" las bases del pensamiento cristiano, durante su discurso a una delegación de la Federación Internacional de Universidades Católicas (Fiuc). Paralelamente, ha pedido que se acoja también a los que se sienten "abandonados por Dios".
Con motivo de la celebración del centenario de Fiuc, Francisco ha pedido que ayuden a la Iglesia "a dialogar sin miedo sobre los grandes temas contemporáneos" en este momento histórico, en el que también es necesario "iluminar las aspiraciones humanas más profundas con las razones de la inteligencia y las razones de la esperanza".
Del mismo modo, el Pontífice ha instado a las universidades católicas a ayudar a la Iglesia a "traducir culturalmente, en un lenguaje abierto a las nuevas generaciones y a los nuevos tiempos, la riqueza de la inspiración cristiana" así como a "identificar las nuevas fronteras del pensamiento, de la ciencia y de la técnica, y a habitarlas con equilibrio y sabiduría".
Para el Papa, también es fundamental "construir alianzas intergeneracionales e interculturales en el cuidado de la casa común, en una visión de ecología integral, que dé una respuesta eficaz al grito de la tierra y al grito de los pobres".
CITA A UNAMUNO
Francisco ha citado en su discurso al escritor y filósofo español perteneciente a la generación del 98, Miguel de Unamuno, que defendía que
la ciencia no satisface el anhelo del hombre de eternidad porque está basada en la razón que niega la existencia de Dios, que el entendía como finalidad del mundo y única posibilidad de supervivencia del alma.
"Como decía el pensador Miguel de Unamuno, 'el saber por el saber: esto es inhumano'. Debemos preguntarnos siempre: ¿para qué sirve nuestra ciencia? ¿Qué potencial transformador tiene el conocimiento que producimos? ¿De qué y de quién estamos al servicio?", ha instado a preguntarse el Papa.
Para el Papa, las universidades católicas deben decantarse por "opciones que reflejen el Evangelio" además de tomar posición y demostrarlo con sus acciones. Por ello, ha llamado a las instituciones de estudios superiores católicos a "ensuciarse las manos evangélicamente en la transformación del mundo y al servicio de la persona humana".
El Pontífice ha alertado de la "tentación de encerrarse tras los muros, en una burbuja social segura, evitando los riesgos o los desafíos culturales, dando la espalda a la complejidad de la realidad". "No podemos confiar la gestión de nuestras universidades al miedo; y desgraciadamente esto es más frecuente de lo que pensamos", ha subrayado.
Francisco ha explicado que el miedo "devora el alma" por lo que no se puede permitir que una universidad católica "replique los muros típicos de las sociedades" que son "los de la desigualdad, la deshumanización, la intolerancia y la indiferencia, de tantos modelos que pretenden reforzar el individualismo y no apuestan por la fraternidad".
Por otro lado, el Papa ha pedido a la Iglesia "acoger también a los que se sienten abandonados por Dios" y ha llamado a proclamar el Evangelio "en medio de las falsas direcciones del mundo a menudo mentiroso", durante una audiencia con una delegación ecuménica de Finlandia, enmarcada en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que comenzó este jueves.
El Papa ha instado a estar abiertos a "acoger a los hermanos más pobres y olvidados, y también a los que se sienten abandonados por Dios, que han perdido el camino de la fe y de la esperanza". Del mismo modo, ha defendido que la "meta común" de los cristianos "es Jesucristo"".
"Esta meta no está lejos, no es inalcanzable, porque el Señor ha venido a nuestro encuentro en su misericordia, se ha hecho cercano en la Encarnación y Él mismo se ha hecho Camino, para que podamos caminar seguros, en medio de las encrucijadas y de las falsas direcciones del mundo a menudo mentiroso", ha concluido.
