MADRID, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un año más, como cada 5 de enero, padres e hijos, abuelos y nietos, tíos y sobrinos, salieron a la calle a recibir a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente en la práctica totalidad del territorio español. Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron las calles de nuestras ciudades para saludar y ofrecer caramelos a grandes y pequeños, pocas horas antes de llenar de ilusión los hogares con sus regalos. Los españoles no se resisten a acompañar la Cabalgata de los Reyes Magos año tras año, como en Alcoy, donde ya llevan 121 cumpliendo con el desfile. Lo que sí han modernizado últimamente son los medios de transporte que emplean, dejando en un segundo plano el histórico camello para decantarse en esta ocasión por barcos, trenes, AVE, alas delta, parapentes y helicópteros.
La fiesta comenzó en todo el territorio nacional con la recepción de Sus Majestades a cargo de las distintas autoridades políticas de cada ciudad. Mientras en algunos casos eligieron el tren para su llegada, como en Santiago de Compostela o en Toledo (a bordo del AVE de reciente apertura), en Alarilla (Guadalajara) o Santa Cruz de Tenerife decidieron ser más espectaculares, utilizando el ala delta y el parapente o el helicóptero. La vía marítima estuvo presente en diversas localidades costeras de la Comunidad Valenciana, Cantabria, Canarias, Baleares o Asturias. San Sebastián no pudo sumarse a esta lista como es tradición, pues las obras que se están realizando en el puerto donostiarra impidieron la llegada de Sus Majestades.
Por lo demás, las tradicionales carrozas temáticas se abrieron paso entre las multitudes de niños y mayores ansiosos por ver a los Reyes, acompañados por sus pajes y el resto de la comitiva festiva.
Pero qué sería de una Cabalgata sin caramelos, objeto de deseo de todos los asistentes en continua lucha por recoger cuantos más, mejor. Esta edición se repartieron varios cientos de miles de kilogramos, sin que faltaran tampoco las anécdotas. En las capitales gallegas, a petición de la Asociación de Celíacos de Galicia, se ofrecieron 2.500 kilos de caramelos sin gluten, que "favorecerán la salud de los niños". En el caso de Villanueva del Ariscal (Sevilla), su tradicional 'Cabalgata del Jamón' acompañó una vez más los dulces con 60 kilos de chacina envasada al vacío.
MADRID, REFERENTE
El ejemplo máximo del desfile del 5 de enero es siempre la Cabalgata de la capital, seguida por miles de españoles tanto en directo como por televisión. Este año evocó el viaje que, según la tradición, tuvieron que realizar los Magos entre Oriente y Occidente para adorar al Niño Jesús, todo ello bajo el lema 'El viaje como principio de todas las cosas'. El recorrido habitual entre el parque de El Retiro y la plaza Mayor, que incluye lugares emblemáticos como la plaza de Cibeles o la Puerta del Sol, estuvo amenizado esta vez por numerosos grupos de teatro, danza y música representantes de otras culturas y procedentes de países como Estados Unidos, Suiza, Bélgica, Argentina o India.
Además, tres espectáculos destacaron a lo largo del desfile. Por un lado, la compañía francesa L'Arbre à Nomades representó 'La ruta de la seda', un montaje que nos sumergió en culturas ancestrales caracterizadas por caravanas del desierto y ciudades bazar al estilo de 'Las mil y una noches'. Las carrozas municipales recrearon dos de las aventuras que más magia e ilusión han aportado a las mentes infantiles: 'Los viajes de Gulliver', de Jonathan Swift, a cargo del Área de Medio Ambiente y Servicios a la Ciudad, y 'Peter Pan', de J.
M. Barrie, elegida por el Área de Las Artes para ilustrar la idea del viaje iniciático.
En torno a las 19.45 horas, los Reyes Magos alcanzaron la Plaza Mayor, donde los asistentes disfrutaron del discurso del Rey Melchor y del fin de fiesta creado por 'La dodicesima notte: l'Epifania dei Magi'. En el centro histórico del Madrid de los Austrias, una pantalla gigante de televisión retransmitió, además, las mejores imágenes durante todo el recorrido de la Cabalgata.
