BARCELONA, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias, defendió hoy a título personal prohibir la prostitución y multar a los clientes, aunque admitió que se trata de una cuestión difícil de abordar, por lo que son necesarias medidas parciales de momento.
"Yo soy abolicionista total", dijo Trias en rueda de prensa tras una reunión del grupo de trabajo de CiU sobre prostitución, en la que participaron diputados en el Parlament y en el Congreso, concejales y miembros de la federación en general.
Para Trias, "no es momento de meter la cabeza bajo el ala", porque la explotación es la misma en la vía pública que fuera. El líder de CiU en el Ayuntamiento remarcó que no pretenden actuar contra las actitudes individuales, sino que se trata de una lucha contra la explotación de estas mujeres.
Por ello, abogó por concienciar a los ciudadanos sobre la explotación que supone la prostitución, y dejarles claro que si adquieren estos servicios también están siendo "cómplices" de esta situación, que definió como el esclavizaje del siglo XXI.
Además, pidió al Ayuntamiento que ponga orden de una vez por todas, porque Barcelona nunca había llegado a la situación en la que se encuentra ahora. "Lo peor del mundo es acabar dimitiendo de nuestras propias convicciones", aseguró.
"Hay cosas que no cambian de golpe, pero que exigen ser constantes y tener las ideas claras", señaló Trias. En la misma línea se expresó la diputada en el Congreso Mercè Pigem, que expresó que no hace falta prohibir nada para perseguir el proxenetismo, porque ya está tipificado como delito en el Código Penal.
Pigem subrayó que la prostitución en si misma no es un delito, pero sí todo lo que la rodea, y se preguntó si regular este fenómeno es hablar de jubilación a los 65 años, de oferta de Formación Profesional o de alta en la Seguridad Social. "Regular es prohibir también", apuntó Pigem, que pidió no crear paraguas legales para las mafias.
La diputada añadió que es necesario evitar la banalización de la prostitución, y opinó que la ciudadanía estaría mucho más concienciada si se tratara de trabajo infantil o de venta de órganos.
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