BARCELONA, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El acusado de matar a su mujer a puñaladas en agosto del 2009 en Badalona ha admitido ante el juez de la Audiencia de Barcelona haber cometido los hechos, y ha asegurado que degolló a su mujer con un cúter que tenía en la mesita de noche de la habitación matrimonial.
"Acepto con toda sinceridad los hechos, pero no en los términos con los que se me acusa porque yo no soy un asesino. Yo no quise hacer esto", ha afirmado este lunes ante el jurado popular el procesado, Manuel Salvador F., de 50 años y nacionalidad colombiana.
El acusado, que mantenía una relación de pareja desde hacía 23 años con la víctima con quien tenía un hijo en común, ha explicado que el día del suceso, pasaron toda la jornada juntos: fueron al supermercado, a la playa, cenaron en un restaurante, salieron a tomar copas y hasta pasearon el perro antes de irse a la cama.
Llegados a casa, una vez desnudos en la cama y con su hijo en el domicilio, empezó una fuerte discusión después de que la mujer le dijera que lo abandonaba para irse a vivir con su hermana Gladis, según ha relatado el encausado.
Manuel Salvador F. ha explicado que se sintió "utilizado" puesto que, precisamente, su esposa le había pedido que la avalara para comprarle un piso a la hermana, que acababa de llegar de Colombia, para que no tuviera que vivir con ellos.
Hacía un mes que la víctima se había ido de casa y compartía piso con su hermana pero visitaba su casa --donde vivían su marido y su hijo-- más de tres veces por semana, según ha dicho el procesado, quien ha negado que la mujer le hubiera pedido el divorcio y que tuviera un amante en Colombia, como ha sugerido la Fiscalía.
Tras cometer el presunto asesinato, Manuel Salvador F. se quedó abrazado a su mujer en el suelo y se intentó quitar la vida, hiriéndose con ese mismo cúter en el cuello y en presencia de la policía; unas marcas que ha mostrado al Jurado popular y a la juez.
"Es la única mujer que he amado y lo sigo pasando muy mal", ha dicho el acusado lamentando lo sucedido y buscando la complicidad de los ciudadanos del Jurado.
EL FISCAL PIDE 20 AÑOS
El Ministerio Público ha calificado los hechos de un delito de asesinato con alevosía con el agravante de parentesco, por lo que ha pedido una pena de 20 años de prisión, además de una indemnización de 120.000 euros para su hijo y de 60.000 para la hermana de la víctima.
La defensa ha centrado su estrategia en demostrar al Jurado que su cliente actuó con las capacidades de comprensión reducidas y que estaba "absolutamente ofuscado" por una agresión previa que había recibido, por lo que les ha pedido que lo consideren como elementos para atenuar su pena.
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