Explosión.- Un vecino del inmueble de Laredo denuncia que los bomberos tardaron "mucho" en llegar

LAREDO 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

Uno de los vecinos del inmueble de Laredo, que resultó afectado esta madrugada por una explosión de gas en la que murieron cinco personas, denunció hoy que los bomberos tardaron en exceso en llegar al lugar de los hechos. "Han llegado tarde, han tardado mucho en venir", dijo.

En concreto, el vecino del quinto, que salió corriendo cuando oyó la explosión, relató cómo sucedieron los hechos. "Cuando han llegado los bomberos estábamos fuera de casa. No se lo creerá la gente pero, a mi juicio, han llegado tarde, han tardado mucho en venir", manifestó nervioso, aún en pijama y arropado con una chaqueta prestada, junto a su mujer, en bata y camisón.

"La muerte de este matrimio con esa hija me afecta horrorosamente porque somos íntimos amigos", lamentó. "A mí no me ha pasado nada, yo estaba con mi mujer y con mis dos nietecitas, hemos bajado la escalera nuestra y, afortunadamente, a mi piso no le ha pasado nada", insistió.

Según explicó, después de llegar los bomberos y estar un rato en la calle con las niñas, una señora se ha ofrecido a llevarles a su casa para tranquilizar a las pequeñas y darles de desayunar.

Por otra parte, José Antonio García, un vecino de Laredo amigo de tres de los fallecidos (el matrimonio y su hija), se mostró también muy afectado por los hechos. "Por desgracia conocía a los tres fallecidos, se llamaban Jaime, Mari y la hija... ya no me acuerdo el nombre, lo siento, son de Bilbao, llevan aquí toda la vida veraneando, desde que se hizo el edificio...", relató.

"Me he enterado de la noticia por la radio, me lo han dicho en casa y cuando he oído que el edificio era el Jai Alai me he venido corriendo y nada más ver la zona he dicho 'nos ha tocado', claro, porque son amigos..", dijo perdiendo casi la voz.

"Acabo de hablar con su hermano, que vive en el edificio de al lado y están muertos los tres, hay más, pero no creo que los conozca", manifestó. Asimismo, explicó que el matrimonio fallecido habían cambiado de casa con sus suegros. "Es casualidad, se han venido aquí y mira lo que les ha pasado", lamentó.