VALLADOLID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Valladolid ha condenado a una pena global de tres años de prisión a un joven con iniciales J.M.V.G. por dos delitos de tentativa de agresión sexual cometidos en diciembre de 2010, fecha en la que, tal y como ha reconocido el propio encausado, conminó, cuchillo en mano, a una matrona y a una enfermera del Hospital Comarcal de Medina del Campo para que le masturbaran.
La condena impuesta, a razón de un año y tres meses de cárcel por cada uno de los dos delitos de agresión sexual intentados, otros seis meses más por un delito de amenazas y seis días de localización permanente por una falta de lesiones, junto con la prohibición de acercarse a las víctimas a menos de 500 metros por espacio de cinco años y el pago de las correspondientes indemnizaciones, es notablemente inferior a los nueve años de prisión que inicialmente le pedía el Ministerio Fiscal.
La sustancia rebaja obedece al acuerdo que alcanzaron las acusaciones pública y privada y la defensa y que evitó la celebración del juicio previsto hoy contra el procesado, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Los hechos por los que ha sido condenado se remontan al 10 de diciembre de 2010, cuando J.M.V.G. accedió a las instalaciones del paritorio del Hospital Comarcal de Medina del Campo y, sirviéndose de un cuchillo de grandes dimensiones, abordó a una matrona que allí se encontraba, le colocó el arma a la altura del cuello y la conminó a entrar en una habitación.
AMENAZAS DE MUERTE
Una auxiliar de enfermería que se hallaba en las inmediaciones fue igualmente obligada a entrar en dicha instancia, no sin que antes el ahora condenado le dirigiera una clara amenaza:¡Cómo te vayas, la mato!" Fue entonces cuando J.M.V.G, que en todo momento seguía exhibiendo el cuchillo, exigió a sus víctimas que le desabrocharan el pantalón y le hicieran una "paja".
"¡O salgo con la cosa hecha o con los pies por delante!", aseguran la matrona y la auxiliar de enfermería que les espetó su agresor, a quien una de ellas, ante el tono de las amenazas, desabrochó el pantalón y dejó en paños menores.
Ese momento fue el que aprovecharon ambas mujeres para salir corriendo de la habitación y pedir auxilio a gritos, ante lo cual un vecino que había acudido al hospital a visitar a un familiar salió en su ayuda y estuvo a punto de ser agredido por el joven, que trató de acometerle con el arma.
A consecuencia de lo ocurrido, la matrona sufrió lesiones en el cuello y, al igual que la auxiliar de enfermería, crisis de ansiedad y un trastorno adaptativo.
