Paga 400 millones de euros cada año por los gastos que genera este pasivo
MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
Adif Alta Velocidad, la empresa pública que construye y gestiona la red de líneas AVE, tiene previstas medidas para evitar el supuesto de que su deuda de 15.800 millones de euros sobrepase determinados ratios financieros que la lleven computar como deuda pública y, por lo tanto, en el déficit.
Una de estas medidas de contingencia es el eventual traspaso a su matriz, a Adif, de líneas AVE que sean menos rentables, esto es, que generan mayores costes y menores ingresos, según explicó la presidenta de las dos compañías, Isabel Pardo, en su intervención en el desayuno informativo de 'Executive Forum'.
Para que el pasivo de las infraestructuras del AVE no pase a contar como déficit, debe cubrir con sus ingresos de explotación al menos el 50% de sus gastos de explotación. En la actualidad, este ratio está "entre el 55% el 56%.
Para cumplir con dicha proporción, por lo que los gastos se refiere, Adif Alta Velocidad procura "planificar correctamente y de forma exhaustiva" la programación de sus inversiones. Del lado de los ingresos, la firma trabaja en generar nuevas fuentes de facturación.
La principal fuente de ingresos de Adif es el canon o peaje que cobra a los operadores, hoy día fundamentalmente a Renfe, por los trenes que circulan por las líneas ferroviarias y la utilización de estaciones de tren y otras instalaciones.
No obstante, para el supuesto de eventuales tensiones en dicha ratio, Adif Alta Velocidad tiene previsto un eventual traspaso a Adif, su sociedad matriz y la que se encarga de la red ferroviaria convencional, de alguna línea AVE de entre las menos rentables. "Apelando a la labor social que prestan, pasarían a compartirse con el Estado", argumentó Pardo.
BAJAR LA DEUDA GRACIAS A LA COMPETENCIA.
Esta medida se contempla toda vez que la pretendida fusión para volver a unir en una misma empresa Adif y Alta Velocidad sigue en suspenso, "tras haberse intentado en dos ocasiones". Las normas contables no lo permiten porque consideran aportación estatal, en vez de ingresos, los cánones que cobra a Renfe.
No obstante, Adif confía en recortar su deuda gracias al "mejor aprovechamiento" de la red AVE y, por lo tanto, los mayores ingresos que deriven de la próxima apertura a la competencia en el transporte de viajeros en tren y la entrada de nuevos competidores de Renfe.
Pardo ve así la liberalización como "una oportunidad" para reforzar la sostenibilidad económica de la empresa y contribuir a reducir su elevado endeudamiento, que obliga a pagar 400 millones de euros al año sólo en gastos financieros.
Adif y Adif Alta Velocidad se financian de aportaciones estatales, de fondos europeos, los cánones que cobran, préstamos del BEI y de la banca comercial y, en el caso de la segunda empresa, con puntuales emisiones de bonos.
