El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, quiere que las manifestaciones de este 1 de mayo, las primeras que se celebran tras la pandemia, se conviertan en una demostración "de fuerza" de los trabajadores para no dar "ni un paso atrás" en las reformas de pensiones y del mercado laboral y para hacer que la CEOE acepte sus reivindicaciones salariales en la negociación colectiva.