La portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre, ha manifestado que en la fiesta de Halloween en el Madrid Arena de 2012 que acabó con la muerte de cinco jóvenes, "se produjo una infracción muy grave por parte del promotor que organizaba la fiesta 'Diviertt'", quien se encargaba de la supervisión del aforo y del acceso de menores y que, por tanto, "en la medida en la que no se cumplieron los criterios, tiene que pagar una multa de 30.000 euros y está inhabilitado para contratar más espectáculos con el ayuntamiento de Madrid en un periodo bastante largo de tiempo".
