Se acerca la primavera y con ella la aparición de la oruga procesionaria, un "peligroso" insecto de unos 4 cm de longitud, que se desplaza por el suelo "en fila", por lo que se le da el apelativo de 'procesionaria'. El peligro de este insecto reside en que puede "provocar una reacción inflamatoria bastante severa, incluso anafiláctico" en perros y gatos.